Mi Experiencia Real con el Curso para Hacer Jabones Artesanales desde Casa (¿Vale la Pena?)

Mi Experiencia Real con el Curso para Hacer Jabones Artesanales desde Casa (¿Vale la Pena?)
Mi Experiencia Real con el Curso para Hacer Jabones Artesanales desde Casa (¿Vale la Pena?)

Mi Experiencia Real con el Curso para Hacer Jabones Artesanales desde Casa (¿Vale la Pena?)

Si estás pensando en aprender a hacer jabones artesanales desde casa, pero no sabes por dónde empezar, déjame contarte mi experiencia personal con el curso que yo misma tomé.

Yo no sabía absolutamente nada sobre saponificación, ingredientes naturales ni cómo trabajar con sosa cáustica. Solo tenía la intención de crear algo natural, útil y tal vez, con el tiempo, convertirlo en un pequeño ingreso extra. Pero lo que encontré en este curso superó mis expectativas.

Qué es este curso y qué promete?

Este es un curso digital paso a paso que te enseña cómo hacer jabones artesanales desde cero, aunque no tengas ninguna experiencia.

Promete enseñarte:

  • Cómo hacer jabones con y sin sosa cáustica
  • Cómo usar aceites, mantecas, esencias y colorantes naturales
  • Recetas para diferentes tipos de piel
  • Técnicas para moldes, desmolde, curado y conservación
  • Ideas para vender tus jabones y emprender desde casa

Yo me inscribí porque quería aprender sin cometer errores costosos, y sobre todo, necesitaba que alguien me explicara con claridad todo lo que veía desordenado en internet.

Puedes ver el curso aquí


Lo que me gustó del curso

Desde el primer módulo sentí que estaba en buenas manos. El lenguaje es sencillo, directo, y todo está bien explicado. Me gustó que:

  • Pude empezar solo con lo que tenía en mi cocina
  • Me explicaron exactamente cómo manejar la sosa con seguridad
  • Incluye videos y guías escritas para repasar
  • Las recetas están probadas (funcionan realmente)
  • Me dieron tips que nadie menciona en YouTube (como el uso de infusiones de hierbas o la elección correcta de aceites)

Y lo mejor: aprendí sin miedo. Algo que me tenía paralizada al inicio era trabajar con químicos. Pero con el curso entendí cómo hacerlo de forma segura.


Lo que logré después de tomarlo

Después de terminar el curso:

  • Hice mis primeros jabones de avena, lavanda y carbón activado
  • Creé mis propias recetas para piel seca y sensible
  • Empecé a vender en ferias locales y por WhatsApp
  • Organicé mis ingredientes y moldes sin gastar de más
  • Me sentí segura para compartir lo que hacía con otros

Hoy no solo uso mis propios jabones, sino que vendo kits personalizados, y hasta me piden productos para regalar.


Vale la pena el curso?

Sí. 100%.
No solo porque aprendes a hacer jabones de verdad, sino porque también te abre una puerta a una nueva habilidad, a una forma de relajarte, y si quieres, a un ingreso extra.

La calidad del contenido, la claridad de los videos y el enfoque paso a paso lo hacen ideal para principiantes.
Y si ya tienes algo de experiencia, igual te aporta técnicas y recetas que puedes aplicar o mejorar.

Haz clic aquí para ver el curso que me ayudó a empezar


Conclusión: No necesitas experiencia, solo una buena guía

Si te sientes como yo al principio —con ganas de crear algo natural, útil y hecho por ti— este curso es la forma más segura, práctica y efectiva de comenzar.

No necesitas tener experiencia. No necesitas gastar mucho. Solo necesitas dar el primer paso.
Y si ese paso lo das con la guía correcta, como yo lo hice, vas a ver resultados reales desde el primer lote de jabón.

Accede al curso de jabones artesanales aquí y empieza hoy mismo

Una de las cosas que más valoré del curso fue que no me sentí sola en el proceso. Aunque era un curso grabado, se siente muy cercano. Te explican los posibles errores, te dan consejos para evitarlos y te animan a experimentar con seguridad. Esa sensación de acompañamiento me ayudó a avanzar sin miedo.


Antes de tomar el curso, pensaba que todos los jabones caseros eran iguales. Pero descubrí que hay una ciencia detrás de cada ingrediente. Aprendí a elegir aceites específicos para piel seca, arcillas para piel grasa, y esencias que no solo huelen bien, sino que ayudan a calmar, energizar o equilibrar la piel.


Otro gran beneficio fue entender cómo formular mis propias recetas, sin depender de copiar fórmulas de otros. Saber cómo calcular proporciones, equilibrar grasas y ajustar el nivel de hidratación me dio libertad creativa y confianza total en lo que hago.


El módulo sobre jabones sin sosa me encantó. Aunque ahora me siento cómoda usándola, al principio me dio seguridad comenzar con bases de glicerina pre-hechas. Esto me permitió practicar aromas, colores y moldes sin tener que preocuparme aún por el proceso de saponificación.

También me sirvió muchísimo la parte de emprendimiento. El curso no se queda en lo técnico; también te explica cómo presentar tus jabones, cómo poner precios, cómo crear una marca, e incluso cómo vender en redes sociales. Eso fue clave cuando decidí convertir mi hobby en un pequeño negocio.


La calidad visual del curso también me sorprendió. Todo está grabado con buena luz, ángulos correctos y explicaciones paso a paso que realmente puedes seguir. A diferencia de muchos videos gratuitos donde cortan partes o asumen que ya sabes algo, aquí te lo explican todo como si nunca hubieras hecho jabón en tu vida.


Una de mis recetas favoritas fue la de jabón de avena, miel y lavanda. Es ideal para piel sensible y lo uso cada noche antes de dormir. Aprendí a hacerlo dentro del curso, y hoy es una de las fórmulas que más me piden mis clientas por su suavidad y aroma relajante.


También aprendí a trabajar con colorantes naturales como cúrcuma, cacao y arcilla rosa. El curso te muestra cómo usarlos sin afectar la textura del jabón ni manchar la piel. Fue emocionante ver cómo podía crear jabones hermosos sin recurrir a químicos sintéticos.

Una parte que me marcó fue entender el concepto de “saponificación completa”, es decir, cómo asegurarte de que la sosa ya no está activa al final del proceso. Esto me dio muchísima tranquilidad, y me permitió hablar con seguridad cuando mis clientes me preguntaban si el jabón contenía sosa cáustica.


Gracias a este curso, también entendí la importancia del curado del jabón. Antes pensaba que con desmoldar ya estaba listo. Pero ahora sé que dejarlo curar 4-6 semanas mejora la textura, la durabilidad y el pH. Son detalles así los que hacen que tu producto se vea profesional, incluso hecho en casa.


Otro punto clave fue la parte sobre conservación y almacenamiento. Aprendí cómo guardar los jabones para que duren más, no se deformen, ni pierdan aroma. Incluso te enseñan cómo empacarlos de forma ecológica y bonita si quieres vender o regalar.


Y lo más importante para mí fue que este curso me dio una nueva fuente de ingresos sin salir de casa. Pude empezar con poco, sin experiencia, y hoy vendo mis jabones con orgullo. Si estás buscando una actividad creativa, relajante, y con potencial de negocio, te lo recomiendo completamente.

Haz clic aquí para ver el curso que me cambió la vida