Qué Tipo de Jabón Artesanal Es Mejor para Tu Piel?

Qué Tipo de Jabón Artesanal Es Mejor para Tu Piel?
Qué Tipo de Jabón Artesanal Es Mejor para Tu Piel?

¿Qué Tipo de Jabón Artesanal Es Mejor para Tu Piel?

Cuando comencé en el mundo de los jabones artesanales, tenía una duda que tal vez tú también tienes ahora: ¿Cuál es el mejor tipo de jabón según mi tipo de piel? No todos los jabones funcionan igual para todos. De hecho, usar el tipo equivocado puede resecar, irritar o incluso empeorar ciertas condiciones.

Por eso hoy quiero ayudarte, desde mi propia experiencia, a entender qué tipo de jabón natural te conviene más según las necesidades de tu piel. Y si al final te animas a hacer tus propios jabones personalizados en casa, también te voy a mostrar el mismo curso que me enseñó todo desde cero.

Haz clic aquí si quieres aprender a hacer jabones para tu tipo de piel paso a paso

1. Jabón para piel seca: nutrición profunda

Cuando mi piel estaba opaca y tirante, lo que me salvó fue un jabón hecho con:

  • Aceite de oliva
  • Manteca de karité
  • Un toque de aceite de almendras

Este tipo de fórmula hidrata sin agredir y ayuda a restaurar la barrera natural de la piel. Es ideal si sientes que tu piel absorbe todo como una esponja.


2. Jabón para piel grasa: control sin resecar

Tuve una época con brotes frecuentes, y lo que mejor me funcionó fue un jabón con:

  • Arcilla verde o arcilla blanca
  • Aceite de jojoba (sí, un aceite que regula el sebo)
  • Aceite esencial de árbol de té

Este tipo de jabón limpia profundamente, reduce el brillo y previene el exceso de grasa sin dejar la piel acartonada.


3. Jabón para piel sensible: suavidad ante todo

Si tienes piel delicada o condiciones como rosácea, te recomiendo un jabón suave con:

  • Avena coloidal
  • Infusión de manzanilla o caléndula
  • Aceite de coco en poca cantidad

Este tipo de jabón calma, suaviza y respeta la sensibilidad de la piel. Es el tipo de fórmula que más me piden para bebés o personas alérgicas a los jabones comerciales.


4. Jabón exfoliante: renovación con cuidado

Una o dos veces por semana me gusta usar un jabón exfoliante suave. Mis favoritos:

  • Con café molido
  • Azúcar morena
  • Avena en hojuelas

Este tipo de jabón ayuda a remover células muertas, dejando la piel suave, luminosa y más receptiva a la hidratación.


5. Jabón para piel con acné o imperfecciones

Aquí no hay que jugar. Yo usé uno con ingredientes antimicrobianos y calmantes como:

  • Carbón activado
  • Árbol de té
  • Romero o neem

Este jabón ayudó a mantener los brotes bajo control sin irritar. Lo usaba por las noches y luego aplicaba una crema natural.


Cómo aprendí a hacer jabones personalizados según el tipo de piel

Al principio compraba jabones artesanales, pero me di cuenta de que salía costoso. Así que decidí aprender a hacerlos yo misma, y fue la mejor decisión. No solo ahorré, sino que empecé a venderlos también. Todo gracias al curso que me enseñó a identificar los ingredientes correctos, las proporciones y cómo adaptar cada receta a diferentes tipos de piel.

Este fue el curso que me enseñó todo paso a paso, sin experiencia previa


Conclusión: el jabón perfecto depende de tu piel

No existe un único jabón artesanal “perfecto” para todos. Lo ideal es entender tu piel y adaptar la fórmula, algo que puedes lograr fácilmente con una buena base de conocimiento. Si estás comenzando, empieza con recetas simples. Y si quieres llevar esto al siguiente nivel (ya sea por salud o como negocio), apóyate en una guía como la que yo usé.

Haz clic aquí para ver cómo tú también puedes hacer jabones personalizados y naturales desde casa

Algo que no sabía al comenzar era que la piel cambia con el clima. En invierno, mi piel se vuelve más seca, así que uso jabones con manteca de cacao o aceites más pesados. En verano, cambio a fórmulas más ligeras, como con aloe vera o pepino. Adaptar el jabón a la estación marcó una gran diferencia en cómo se sentía mi piel.


También aprendí que el pH del jabón importa. Muchos jabones comerciales tienen un pH muy alto que puede alterar la barrera natural de la piel. Los jabones artesanales bien formulados tienen un pH más equilibrado, lo que evita irritaciones o sequedad extrema. Eso lo aprendí en el curso que recomiendo siempre.

Aquí puedes ver el curso que me enseñó a formular jabones según cada tipo de piel


Otro punto clave es que no todos los aceites son iguales. Por ejemplo, el aceite de coco es excelente para la limpieza, pero si lo usas en exceso puede resecar la piel seca. En cambio, el aceite de aguacate es muy nutritivo, pero no se recomienda tanto para piel grasa. Saber equilibrar los ingredientes es esencial.


Muchos me preguntan si los jabones artesanales pueden usarse en el rostro. Y la respuesta es sí, pero con cuidado. No es lo mismo un jabón corporal exfoliante que uno facial suave. Para el rostro, uso jabones con arcilla blanca, caléndula o avena. Son suaves, limpian sin agredir y no obstruyen los poros.


Si tienes piel mixta, como yo, lo ideal es alternar jabones. Por ejemplo, uso uno equilibrante por la mañana y otro más hidratante por la noche. Esto me ha ayudado a mantener la piel estable y sin brotes.


Algo que me encantó descubrir fue que también puedo usar infusiones naturales en lugar de agua en mis recetas. Una infusión de manzanilla o té verde aporta propiedades calmantes y antioxidantes al jabón. Lo mejor: es 100% natural y económico.


Cuando comencé a vender mis jabones, me di cuenta de que mucha gente busca jabones para problemas específicos: acné, resequedad, dermatitis, piel madura. Y ahí fue cuando entendí que, al aprender sobre los ingredientes, puedes adaptar tu producto a un público que realmente lo necesita.


Otra ventaja es que puedes combinar ingredientes para crear efectos sinérgicos. Por ejemplo, el aceite de caléndula con avena es ideal para piel sensible. O carbón activado con árbol de té para piel grasa con acné. No se trata de inventar desde cero, sino de entender para qué sirve cada cosa.


Si estás empezando, te recomiendo documentar tus recetas y resultados. Así sabrás qué funcionó, qué no, y podrás ir afinando tus fórmulas. Al principio cometí el error de no apuntar nada, y cuando un jabón salía perfecto, no podía repetirlo.


Otra cosa que me funcionó fue pedir feedback real a mis amigos y familiares. Les preguntaba cómo sentían su piel después de usar mi jabón, si les gustaba el aroma, la textura, la espuma. Con eso fui ajustando todo hasta que tuve productos realmente efectivos.


Una gran lección que aprendí es que hacer jabones no es solo combinar ingredientes, es entender la piel. Por eso, aprender de una fuente confiable me ahorró tiempo, errores y materiales. No necesitas ser experta en química, solo necesitas una guía clara.

Este es el curso que me dio la base para hacer jabones personalizados y seguros


Hoy, cada vez que alguien me dice que su piel mejoró gracias a uno de mis jabones, me siento feliz. Porque no solo estoy vendiendo un producto, estoy ayudando a otros con algo natural, hecho con mis manos y con propósito. Tú también puedes hacerlo. Solo tienes que empezar.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *