Cómo Personalizar Jabones Caseros para Vender Más
Cuando empecé a hacer jabones artesanales, me di cuenta de algo muy importante: no basta con que el jabón sea bueno, tiene que llamar la atención. Y la mejor forma de hacerlo es personalizándolo. Fue así como pasé de hacer jabones simples a vender más, solo por darles un toque único y pensado para cada cliente.
Hoy quiero contarte cómo puedes personalizar tus jabones caseros para que se conviertan en productos irresistibles, ya sea que los vendas en ferias, tiendas online o entre tus conocidos. Y si estás empezando desde cero, te muestro el curso que me enseñó todo paso a paso, sin complicaciones:
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Table of Contents
1. Identifica a quién le estás vendiendo
Antes de personalizar, pregúntate: ¿Quién es mi cliente ideal? Yo comencé haciendo jabones relajantes para mamás, y después lancé una línea para piel grasa de adolescentes. Cada grupo tiene gustos y necesidades distintas.
Con solo entender quién usará tu jabón, puedes elegir el aroma, el color, el nombre y hasta el empaque ideal.
2. Juega con los aromas según la ocasión
Uno de los primeros cambios que hice fue crear colecciones de aromas según la temporada. Por ejemplo:
- Lavanda y manzanilla para relax (muy vendida para regalos)
- Menta y árbol de té para piel grasa
- Canela y naranja en época navideña
Los aromas conectan emocionalmente, y eso vende.
3. Cambia la forma y el tamaño del molde
Personalizar también es salir de lo común. Yo empecé usando moldes rectangulares, pero luego invertí en moldes con formas de flor, corazón y hasta jabones mini. Los clientes los amaban.
Los moldes bonitos añaden valor sin aumentar mucho el costo, y tus jabones se ven mucho más atractivos.
4. Colores naturales que cuentan una historia
Un jabón verde con arcilla, o uno rosa con pétalos de rosa seca… todo comunica. Usar ingredientes naturales que aportan color me ayudó a crear jabones llamativos sin químicos. Y si agregas una nota en la etiqueta explicando para qué sirve, vendes más fácil.
5. Añade detalles dentro del jabón
Una vez hice jabones con pétalos de lavanda dentro y se volvieron virales en mis redes. También probé con hojuelas de avena y rodajas finas de naranja seca. Estos pequeños detalles hacen que el jabón luzca más artesanal y exclusivo.
6. Empaques personalizados = más ventas
No subestimes el poder de una buena presentación. Yo envolví algunos jabones en papel kraft con una etiqueta hecha en Canva… ¡y se vendieron el mismo día!
Otros los coloqué en bolsitas de tela con una nota escrita a mano. Pequeños gestos que hacen una gran diferencia y dan la impresión de marca profesional.
7. Crea combos y nombres únicos
No vendas solo un jabón. Agrúpalos: “Kit relax”, “Pack detox”, “Set para mamá”. Y nómbralos con cariño. Eso conecta emocionalmente y facilita la decisión de compra.
8. Personaliza por tipo de piel o necesidad
Uno de los secretos que más me ayudó a vender más fue crear líneas específicas:
- Jabones para piel seca (con aceite de almendra y karité)
- Jabones para acné (con carbón activado y árbol de té)
- Jabones calmantes (con avena y caléndula)
Esto me dio autoridad, confianza del cliente y repetición de ventas.
9. Haz jabones por encargo y fechas especiales
Empecé a recibir pedidos personalizados para baby showers, bodas y cumpleaños. Si ofreces esa opción en redes sociales, tendrás un flujo constante de pedidos. Solo necesitas tener una buena presentación y claridad en los tiempos de entrega.
10. Aprende las bases y luego explota tu creatividad
Yo no sabía nada al principio. Pero al tomar el curso, entendí cómo funcionan los ingredientes, cómo combinar aromas, qué aceites son mejores para cada piel, y desde ahí, me sentí libre para crear cosas únicas.
Este curso me ayudó a transformar jabones simples en productos vendibles y con propósito
Conclusión: personaliza para destacar y conectar
Si quieres vender más, tienes que conectar con el cliente, y eso se logra con detalles. No necesitas grandes inversiones, solo creatividad, intención y una buena base de conocimiento. Empieza con lo básico, observa lo que funciona y ajusta.
Créeme, un jabón personalizado vale más, se vende más rápido y deja huella. Y si yo pude, tú también puedes.
Uno de los mejores consejos que recibí fue: “haz que tu jabón cuente una historia”. No vendas solo un producto, vende una experiencia. Un jabón hecho para relajarse después de un día pesado, o uno con aroma de infancia. Eso conecta emocionalmente y fideliza.
Noté que cuando comencé a usar etiquetas con frases como “hecho con amor”, “especial para ti”, o “cuida tu piel naturalmente”, las personas no solo compraban más, sino que compartían fotos en redes. Esa conexión personal vende mucho más que solo decir “jabón con lavanda”.
Otro truco que me funcionó fue crear jabones por estación. En primavera usé flores secas, en verano incluí menta y cítricos, y en invierno hice versiones cálidas con canela y vainilla. Estos lanzamientos estacionales le dan novedad constante a tu catálogo.
Algo que me pedían mucho eran jabones sin fragancia ni colorantes para personas alérgicas. Y eso fue un mercado que no había considerado al principio. Crear una línea “pura” o “para piel sensible” me abrió otro nicho que ni sabía que existía.
Aprendí también que los nombres creativos marcan la diferencia. No es lo mismo “jabón de avena” que “Sueño de Avena”, o “Tierra Sana”. Son detalles que hacen que tu producto destaque entre tantos. Incluso puedes inspirarte en emociones, lugares o recuerdos.
Una estrategia que impulsó mis ventas fue hacer packs temáticos. Por ejemplo, “Pack Amor Propio” con jabones de rosa y cacao, o “Pack Detox” con carbón activado y cítricos. Al vender por sets, aumentas el ticket promedio sin que el cliente lo note.
Empecé también a incluir tarjetas de instrucciones o recomendaciones. Algo simple como: “Guarda en lugar seco para mayor duración” o “Ideal para piel sensible”. Estos pequeños gestos hacen que tu marca se vea más profesional y cuidadosa.
Con el tiempo, aprendí a usar elementos visuales simples pero impactantes, como colocar los jabones sobre madera rústica o flores secas en las fotos. Eso ayudó a aumentar la interacción en redes y también dio una imagen más alineada con lo artesanal y natural.
Una personalización que generó muchas ventas fue la inclusión de nombres en los empaques. En cumpleaños, bodas o fechas especiales, ofrecer esa opción te convierte en una solución única que no se encuentra en tiendas comerciales.
También me funcionó combinar productos. Por ejemplo, agregar una mini crema o un bálsamo labial artesanal junto al jabón. Eso eleva el valor percibido sin complicar la producción. Todo esto lo aprendí gracias a la estructura que me dio el curso.
Aquí puedes acceder al curso que me ayudó a profesionalizar mis jabones y aumentar mis ventas
Si tienes dudas sobre cómo comenzar, te entiendo. Yo también sentía que era mucha información. Pero una vez que aprendí las bases correctas, comencé a divertirme con cada jabón que hacía. Personalizar se volvió mi parte favorita del proceso.
Y si ya estás vendiendo, no olvides pedir feedback real de tus clientes. Eso me ayudó muchísimo. Con el tiempo, verás que lo que hace crecer un negocio artesanal no es hacer más, sino hacer mejor. Y personalizar es una de las claves.