Jabones Artesanales para Cada Tipo de Piel: Cuál Elegir y Por Qué
Cuando empecé a hacer jabones artesanales, lo hacía con la intención de usar algo natural y libre de químicos. Pero no fue hasta que aprendí a personalizarlos según el tipo de piel que noté un cambio real, tanto en mi piel como en la de quienes los usaban.
Y es que no todos los jabones son iguales. Hay combinaciones de aceites, mantecas y aditivos naturales que benefician a diferentes tipos de piel. Lo importante es saber qué necesita tu piel y cómo el jabón puede ayudarte con eso.
Hoy te comparto lo que aprendí sobre cuál jabón artesanal es ideal para cada tipo de piel y cómo puedes empezar a hacerlos tú también, incluso desde casa.

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Por qué elegir un jabón artesanal según tu tipo de piel?
Los jabones comerciales usan fórmulas genéricas que no consideran si tu piel es seca, grasa, sensible o mixta. Además, contienen detergentes y perfumes sintéticos que muchas veces irritan o resecan.
En cambio, un jabón natural hecho a mano puede adaptarse a tu piel de forma personalizada, utilizando ingredientes específicos que aportan equilibrio, hidratación o limpieza profunda según tu necesidad.
Yo misma sufría de piel reseca hasta que empecé a usar jabones con aceites naturales adecuados para mí. Desde entonces, mi piel se siente mucho más suave y saludable.
Jabón artesanal para piel seca
La piel seca necesita hidratación profunda y una limpieza suave. Los mejores ingredientes que puedes usar en este tipo de jabón son:
- Aceite de oliva
- Aceite de almendras dulces
- Manteca de karité
- Avena molida
- Leche de coco o de avena
Estos ingredientes aportan lípidos naturales y alivian la sensación de tirantez. Puedes agregar aceite esencial de lavanda o manzanilla para un efecto calmante.
Yo preparé una receta con avena y miel que fue un antes y después para mis manos secas. La aprendí paso a paso en este curso Ver curso aquí
Jabón artesanal para piel grasa
Si tu piel es grasa o con tendencia al acné, necesitas un jabón que limpie en profundidad pero sin dañar la barrera natural de la piel. Lo ideal es que controle el exceso de sebo sin resecar.
Ingredientes recomendados:
- Arcilla verde o blanca
- Carbón activado
- Aceite esencial de árbol de té
- Aceite de jojoba
- Infusiones de romero o menta
El carbón activado ha sido uno de mis mejores descubrimientos para limpiar poros. Usarlo en jabones me ayudó a reducir brotes y sentir la piel mucho más equilibrada.
Jabón artesanal para piel sensible
La piel sensible requiere ingredientes suaves, sin perfumes artificiales ni colorantes. Es mejor usar aceites vegetales neutros y extractos calmantes.
Ingredientes ideales:
- Caléndula seca
- Manzanilla
- Avena
- Aceite de arroz o coco fraccionado
- Aceite esencial de lavanda en poca cantidad
Con esta combinación puedes crear un jabón que calme irritaciones, picazón o enrojecimiento. En el curso aprendí cómo infusionar las hierbas para aprovechar al máximo sus propiedades.
Jabón artesanal para piel mixta
La piel mixta necesita un equilibrio: limpieza donde hay más grasa (como frente o nariz), pero también suavidad en zonas más secas.
Ingredientes equilibrados:
- Aceite de coco y oliva en partes iguales
- Arcilla blanca
- Aceite de jojoba
- Miel natural
- Aceite esencial de geranio o lavanda
Esta es una de las fórmulas que más uso para mis jabones de uso diario, porque se adapta bien a cualquier persona y deja la piel fresca y nutrida.
Cómo saber qué tipo de piel tengo?
Si no estás segura de tu tipo de piel, aquí algunas pistas:
- Si sientes tirantez después de lavar: probablemente es seca.
- Si hay brillo excesivo o brotes: es grasa.
- Si se enrojece con facilidad o reacciona a productos: es sensible.
- Si tienes zonas secas y otras con grasa: es mixta.
Saber esto te ayudará a elegir o preparar el jabón artesanal adecuado para ti o tus clientes.
Dónde aprender a hacer jabones para cada tipo de piel?
Yo aprendí todo esto (y mucho más) gracias a un curso online paso a paso que me enseñó desde lo más básico hasta recetas específicas según el tipo de piel.
Lo mejor es que no necesitas experiencia ni herramientas costosas para empezar.
Haz clic aquí para ver el curso completo que yo tomé
Es ideal para principiantes y también para quienes quieren convertir esta habilidad en un emprendimiento rentable desde casa.
Conclusión: el mejor jabón es el que tu piel necesita
No todos los jabones son para todos. Cuando aprendes a adaptar tus recetas a cada tipo de piel, no solo mejoras tu rutina de cuidado personal, sino que puedes ofrecer un producto más valioso si decides venderlo.
El jabón artesanal bien formulado se siente diferente, huele mejor y deja una piel que no necesita más nada.
Y si quieres aprender a hacerlo con seguridad y confianza, el primer paso es tener una guía real. Aquí te dejo la que me ayudó a mí:
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Una de las ventajas de hacer tus propios jabones naturales para diferentes tipos de piel es que puedes ajustar cada lote según la estación del año. Por ejemplo, en invierno, la piel tiende a resecarse más, por lo que aumento los aceites humectantes y agrego manteca de karité. En verano, uso más arcilla y hierbas frescas para ayudar a controlar el sudor y la grasa.
Algo que muchos no saben es que el jabón artesanal también puede incluir ingredientes locales y accesibles. Por ejemplo, he hecho jabones para piel sensible con infusiones de manzanilla de mi propio jardín. Eso no solo reduce costos, sino que mejora la conexión con el producto que usas. Todo esto lo descubrí cuando me atreví a experimentar, siguiendo los fundamentos que aprendí en el curso.
Otra cosa importante que aprendí fue a equilibrar los aceites para que el jabón no sea ni muy duro ni muy blando. Cada tipo de piel necesita un nivel distinto de hidratación, y los aceites tienen distintas propiedades: el de coco limpia, el de oliva nutre, el de ricino genera espuma. Cuando entiendes esto, puedes crear jabones casi personalizados.
Para personas con rosácea o alergias cutáneas, los jabones sin fragancia y con ingredientes calmantes como la avena coloidal o el aceite de caléndula son una bendición. Antes de aprender, cometía el error de usar aceites esenciales fuertes que irritaban más la piel. El curso que tomé me enseñó qué ingredientes evitar y cuáles usar en casos delicados.
También descubrí que el color del jabón puede dar pistas sobre su propósito. Por ejemplo, el color gris oscuro del carbón activado se asocia con limpieza profunda. Los tonos suaves como crema o beige indican un producto suave y nutritivo. Aunque no lo parezca, la presentación visual influye en cómo las personas perciben el efecto del jabón.
Una estrategia que me funcionó fue crear sets de jabones temáticos según el tipo de piel. Preparé kits con tres jabones: uno para limpieza, uno para hidratación y uno exfoliante. Esto me permitió vender más, educar al cliente y dar una solución completa. Todo surgió luego de aplicar las ideas que aprendí en la formación que recomiendo aquí Accede al curso
Cuando alguien prueba un jabón artesanal personalizado para su tipo de piel, la diferencia es notable. Muchas personas que probaron mis jabones por primera vez dijeron que su piel se sintió más viva, menos tirante o menos grasa en solo una semana. Esa respuesta positiva es lo que más me motiva a seguir creando.
Incluso si haces jabones solo para uso personal, saber para qué sirve cada ingrediente te ayuda a tener el control. Ya no dependes de marcas ni de productos costosos. Puedes cuidar tu piel con confianza y a tu ritmo. Y si luego decides vender, ya tienes una base sólida para crear una marca que ofrezca soluciones reales.
Uno de mis jabones más vendidos es para piel grasa con tendencia al acné. Uso arcilla verde, carbón activado y aceite de árbol de té. La clave es encontrar el equilibrio para que limpie sin resecar. Aprendí a ajustar las cantidades con precisión gracias al módulo de formulación que incluye el curso.
También descubrí que la temperatura del entorno afecta la textura final del jabón. Si vives en un lugar húmedo o caluroso, debes adaptar los aceites y el tiempo de curado. Estos pequeños detalles no se suelen mencionar en videos gratuitos, pero en una formación bien explicada sí se cubren.
Una de las recetas más especiales que aprendí fue un jabón con caléndula y avena para piel sensible. Lo usó mi hija durante un brote de alergia y le calmó la piel sin necesidad de cremas. Ese tipo de resultados no se logran con cualquier jabón. Necesitas entender los ingredientes y su propósito.
No importa si eres principiante o si ya haces jabones hace tiempo: saber adaptar tus recetas al tipo de piel es lo que convierte tu jabón en un producto de valor. Y si aún no sabes por dónde empezar, te recomiendo el curso que a mí me enseñó todo esto con claridad, seguridad y resultados reales.