Qué Tipo de Aceite Es Mejor para Hacer Jabones Naturales

Qué Tipo de Aceite Es Mejor para Hacer Jabones Naturales
Qué Tipo de Aceite Es Mejor para Hacer Jabones Naturales

Qué Tipo de Aceite Es Mejor para Hacer Jabones Naturales

Cuando comencé en el mundo de la jabonería artesanal, una de las preguntas que más me hice fue: ¿qué aceite debería usar para mis primeros jabones? Veía tantas opciones —de oliva, coco, ricino, almendras, palma— que me sentía abrumada. Lo que no sabía entonces, y que aprendí con la práctica, es que cada aceite tiene un propósito diferente en la fórmula.

Si tú también estás empezando y no sabes cuál es el mejor aceite para hacer jabón natural, te entiendo completamente. Por eso hoy quiero contarte desde mi experiencia, cuáles son los aceites esenciales que uso, por qué los elijo y cómo cambiaron la calidad de mis jabones.

El aceite de oliva: mi base favorita

Este fue el primer aceite que usé, y sigue siendo mi favorito. El aceite de oliva produce un jabón suave, hidratante y muy bien tolerado por la mayoría de los tipos de piel. Es ideal si buscas algo natural, simple y sin complicaciones.

Eso sí, el jabón hecho 100% con oliva puede ser más blando y tardar en hacer espuma. Por eso, después de mis primeros intentos, aprendí a combinarlo con otros aceites para equilibrar la fórmula.


Aceite de coco: para una espuma abundante

Después de probar con oliva, incorporé el aceite de coco a mis recetas. Y ahí fue donde todo cambió. Este aceite hace que el jabón sea más duro y cree una espuma increíble. Pero ojo: si lo usas en exceso puede resecar la piel.

Yo suelo usar entre un 20% y un 30% de coco en mis fórmulas, combinado con otros aceites más suaves como el de oliva o el de almendras.


Aceite de ricino: el secreto de la espuma cremosa

El aceite de ricino fue un descubrimiento mágico para mí. Con solo un 5% o 10% en la receta, mejora muchísimo la textura de la espuma. Lo uso sobre todo en jabones corporales y faciales. Le da un toque profesional al resultado final.

En este curso fue donde aprendí a combinar correctamente estos aceites para que el jabón no solo limpie, sino también nutra la piel

Aceite de almendras: suavidad total

Este aceite es perfecto para pieles sensibles o secas. El aceite de almendras dulces deja una sensación sedosa y muy hidratante. Lo recomiendo si estás haciendo jabones para bebés, personas mayores o pieles con tendencia a irritarse fácilmente.


Aceite de palma: estabilidad y dureza (opcional)

El aceite de palma se usa mucho en recetas comerciales porque da un jabón duro y duradero. Sin embargo, yo lo uso con cuidado por temas éticos (deforestación). Si lo incluyo, me aseguro de que sea de origen sustentable.


Aceites esenciales vs aceites base: ¿cuál es la diferencia?

Cuando empecé, confundía los aceites base (como los de oliva, coco, almendra) con los aceites esenciales (como lavanda, menta o eucalipto). Pero no son lo mismo. Los esenciales se usan en cantidades pequeñas solo para aromatizar, no como parte de la base grasa.


Cómo elegir el aceite ideal según tu piel

  • Piel seca: oliva, almendra, ricino
  • Piel grasa: coco, jojoba, avellana
  • Piel mixta o normal: mezcla equilibrada de oliva y coco
  • Piel sensible: oliva + avena en polvo + aceite de caléndula

Yo tuve que probar diferentes fórmulas hasta encontrar lo que funcionaba mejor. Por eso te recomiendo empezar con recetas sencillas y después ir ajustando.

Se pueden usar aceites de cocina?

Sí, pero con cuidado. El aceite de cocina reciclado es popular en recetas caseras, pero debes filtrarlo bien y entender que el resultado no será tan suave como con aceites vírgenes. Yo lo uso solo para jabones de limpieza del hogar, no para el cuerpo.


Aprendí a medir los aceites con exactitud

Uno de los errores que cometí fue usar medidas a ojo. Pero en la jabonería eso no funciona. Hay que usar una balanza digital y respetar las proporciones, especialmente para calcular la cantidad exacta de sosa cáustica. Desde que lo hago así, mis jabones salieron perfectos.

Este curso me enseñó a hacer todo con medidas exactas y sin errores peligrosos

Se pueden usar aceites caros como argán o rosa mosqueta?

Sí, pero con moderación. Estos aceites son muy nutritivos, pero también muy costosos. Yo los uso como “aceites de lujo” en pequeñas cantidades, solo en jabones especiales o para regalar. Y vale la pena, porque dejan la piel increíble.


Conclusión: no hay un solo aceite perfecto, sino una fórmula ideal para ti

Después de muchas pruebas, entendí que no hay una única respuesta a qué aceite es mejor para hacer jabón. Depende de tu tipo de piel, del propósito del jabón, del clima, del presupuesto… y de lo que quieras transmitir con tu marca. Lo importante es que te atrevas a experimentar.

Si quieres dejar de adivinar y tener recetas probadas, seguras y rentables, te recomiendo empezar con una buena guía paso a paso como la que yo usé:

Mira el curso completo aquí y empieza hoy mismo con confianza

También aprendí que la temperatura del aceite al momento de mezclar con la sosa importa mucho. No debe estar ni muy caliente ni muy frío. Yo ahora los caliento suavemente y espero a que estén entre 35 °C y 45 °C. Esto me ha evitado errores como jabones que se cortan o no cuajan.


Una duda que tenía era si podía usar aceites aromatizados como el de trufa o ajo, pero la respuesta es no. Esos aceites pueden alterar el olor del jabón y no aportan beneficios reales. Siempre opto por aceites neutros y puros para tener más control sobre la fragancia final.


Una combinación que me ha funcionado excelente es: 50% aceite de oliva, 25% coco, 20% palma y 5% ricino. Esa fórmula me da un jabón duro, con buena espuma y perfecto para todo tipo de piel. Fue una de las primeras recetas que aprendí en el curso, y la sigo usando hoy.


Si estás pensando en vender tus jabones, algo que noté es que los clientes valoran mucho que uses aceites naturales y que sepas explicarlo. Yo empecé a incluir pequeñas etiquetas con los beneficios de cada aceite, y eso mejoró mis ventas.


También es importante tener en cuenta que algunos aceites pueden acelerar la traza del jabón, como el de coco. Por eso, si vas a usar moldes con diseños detallados, intenta usar más aceite de oliva para que tengas más tiempo de trabajar la mezcla.


Otra recomendación que puedo darte es que no uses mantecas o aceites sin antes investigarlos bien. Algunos aceites, como el de aguacate o cáñamo, son geniales, pero tienen menor duración (se enrancian más rápido). Siempre reviso la vida útil de cada uno antes de comprarlo en cantidad.


Un aceite que me sorprendió fue el de girasol alto oleico. No el común de cocina, sino el prensado en frío y alto en ácidos grasos. Lo probé en una receta simple, y el jabón quedó suave, ligero y perfecto para pieles sensibles. Es una opción económica y efectiva.


A veces combino aceites vegetales con mantecas como la de karité o cacao, sobre todo en invierno. Le dan más cremosidad y nutrición al jabón. Eso sí, hay que ajustar bien la fórmula para que no queden demasiado blandos.


Otro truco que me sirvió mucho fue añadir un poco de aceite al final del proceso (aceite superfat) para enriquecer el jabón sin que la sosa lo saponifique. Este “aceite libre” queda como una capa extra de hidratación. A mí me encanta usar aceite de almendra dulce para ese propósito.


Todo esto lo aprendí y lo fui perfeccionando gracias al curso que me dio la base para crear jabones desde cero, sin errores ni improvisaciones


Y si estás preguntándote cuál aceite es el “mejor”, te diría que el mejor es el que se adapta a tu piel, tu estilo y tu presupuesto. Yo empecé con oliva porque era el único que tenía, y con eso creé mi primer jabón exitoso.


Hoy puedo decir que gracias a probar distintos aceites, logré no solo hacer jabones para mí, sino también crear una pequeña línea que vendo con orgullo. Cada fórmula lleva mi toque personal, y conocer bien los aceites fue clave para eso.

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