Receta Básica de Jabón Artesanal para Principiantes (Con Tip Extra)

Receta Básica de Jabón Artesanal para Principiantes (Con Tip Extra)
Receta Básica de Jabón Artesanal para Principiantes (Con Tip Extra)

Receta Básica de Jabón Artesanal para Principiantes (Con Tip Extra)

Cuando decidí aprender a hacer jabón artesanal desde casa, me sentía un poco abrumada. No sabía si lo estaba haciendo bien, si era seguro, o si la receta funcionaría. Pasé horas viendo videos, leyendo blogs… hasta que encontré una receta básica que me funcionó de verdad.

Y eso es justo lo que quiero compartir contigo hoy: una receta de jabón casero sencilla, segura y perfecta para principiantes.

Además, al final te doy un tip extra que me hubiera encantado saber desde el principio, y una recomendación que te puede ahorrar muchos errores.

Por qué hacer tu propio jabón artesanal

Hacer jabón artesanal no es solo un pasatiempo. Es una forma de:

  • Cuidar tu piel con ingredientes naturales
  • Evitar químicos dañinos
  • Relajarte creando algo útil
  • Empezar un pequeño emprendimiento desde casa

Yo empecé por curiosidad… y hoy vendo mis propios jabones en ferias y redes sociales.


Ingredientes para jabón artesanal básico

Esta receta está pensada para aprender lo esencial. Luego puedes personalizarla con colores, aromas y otros ingredientes.

Ingredientes:

  • 300 g de aceite de oliva
  • 300 g de aceite de coco
  • 100 g de manteca de karité (opcional pero recomendable)
  • 120 g de sosa cáustica (hidróxido de sodio)
  • 280 ml de agua destilada
  • 10 ml de aceite esencial de lavanda (u otro)
  • Guantes, gafas de protección y batidora de mano
  • Moldes de silicona

Paso a paso para hacer tu primer jabón artesanal

  1. Prepárate con seguridad: Ponte guantes, gafas y trabaja en un lugar ventilado.
  2. Disuelve la sosa cáustica en el agua, nunca al revés. Hazlo lentamente y deja enfriar.
  3. Derrite los aceites y mantecas a baño María. Luego deja que se enfríen un poco.
  4. Cuando la mezcla de sosa y los aceites estén a temperatura similar (entre 37 y 45 °C), mézclalos con cuidado.
  5. Usa la batidora de mano hasta que la mezcla tenga textura como de pudín (esto se llama “traza”).
  6. Agrega el aceite esencial y revuelve bien.
  7. Vierte en los moldes, cubre con una toalla y deja reposar 24-48 h.
  8. Desmolda y deja curar los jabones durante 4 a 6 semanas en un lugar seco, ventilado y lejos del sol.

Tip Extra que me hubiera encantado saber

Cuando hice mi primer lote, no sabía que existía una calculadora de saponificación. Es una herramienta online donde pones tus aceites y te indica la cantidad exacta de sosa y agua que necesitas. ¡Me salvó de cometer errores!

Hoy siempre la uso, y en el curso que tomé explican paso a paso cómo utilizarla correctamente.

Puedes ver el curso que yo tomé aquí


Errores comunes al comenzar (y cómo evitarlos)

  • No pesar los ingredientes con balanza digital (usar tazas es un error)
  • No dejar curar el jabón el tiempo suficiente
  • No protegerse adecuadamente al usar la sosa
  • No seguir una receta probada

Por eso decidí invertir en un curso completo que me enseñara no solo recetas seguras, sino también técnicas profesionales. Me ahorró tiempo, ingredientes y frustraciones.

Haz clic aquí para acceder al curso que me ayudó


¿Qué sigue después de esta receta básica?

Una vez domines esta receta, puedes empezar a:

  • Agregar colorantes naturales (como arcilla rosa, carbón activado, cúrcuma)
  • Hacer jabones sin sosa con bases ya preparadas
  • Crear jabones decorativos, en capas, o con formas especiales
  • Aprender a vender tus jabones en redes, ferias o en línea

Y todo eso, lo aprendí paso a paso en el mismo curso que hoy te recomiendo con confianza.


Conclusión: tu primer jabón es solo el comienzo

Hacer tu primer jabón artesanal es una experiencia mágica. Ver cómo de unos aceites y líquidos se forma una barra hermosa, con aroma natural y beneficios para tu piel… es algo que simplemente te engancha.

Y si quieres hacerlo con seguridad, aprender desde la base, y tener acceso a más recetas y técnicas, te invito a que tomes el mismo curso que yo:

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Tu piel (y tu bolsillo) te lo van a agradecer.

Una receta básica como esta es perfecta para entender la química del jabón. Muchas personas quieren saltarse pasos o ir directo a los diseños complicados, pero la verdad es que dominar la base es lo que te permitirá avanzar sin errores y sin desperdiciar ingredientes. Yo lo aprendí después de varios intentos fallidos.


Cuando usas ingredientes naturales como aceite de oliva y coco, el resultado es un jabón suave, nutritivo y perfecto para casi todo tipo de piel. Estos aceites tienen propiedades humectantes y limpiadoras que superan a cualquier jabón comercial lleno de detergentes agresivos.


El uso de aceites esenciales no solo aporta aroma, también tiene beneficios terapéuticos. Por ejemplo, la lavanda es relajante, el árbol de té es antibacterial, y el romero activa la circulación. Aprender a usarlos correctamente cambió por completo la calidad de mis jabones. Todo eso lo aprendí dentro del curso que te menciono aquí Ver curso completo


Una de las dudas que tenía al empezar era si era obligatorio usar sosa cáustica. Lo cierto es que todo jabón auténtico necesita un agente alcalino para iniciar la saponificación. Pero existen formas seguras de usarla, y también opciones con bases pre-hechas si prefieres evitarla. Ambas opciones se explican detalladamente en el curso.

Algo que me sorprendió fue cómo la textura del jabón cambia si usas diferentes aceites. Por ejemplo, el aceite de palma (sustituible por manteca de karité) da dureza, el de ricino produce más espuma y el de almendras suaviza mucho. Combinar ingredientes estratégicamente es lo que transforma una receta simple en un producto de lujo.


El proceso de curado es fundamental. Aunque el jabón se ve sólido en 24 horas, necesita entre 4 y 6 semanas para secar bien y desarrollar su calidad final. Este paso mejora la espuma, la durabilidad y el pH. Aprendí a tener paciencia y a organizar mis lotes con calendarios, justo como enseñan en el curso.

Invertir en moldes de silicona de buena calidad es una de las mejores decisiones que tomé. Al principio usaba moldes de plástico duro que deformaban el jabón o dificultaban el desmolde. Los moldes de silicona permiten formas bonitas y acabados profesionales. En el curso también te dan recomendaciones de proveedores.


Un truco que me encantó aprender fue cómo envolver los jabones durante el proceso de reposo con una toalla. Esto ayuda a mantener el calor y lograr una textura uniforme durante la saponificación. Son pequeños detalles como ese los que marcan la diferencia y que muchas veces no se explican en videos gratuitos.


Una vez que dominas esta receta básica, puedes empezar a jugar con ingredientes más especiales como leche de avena, infusiones de hierbas o mantecas exóticas. Pero primero necesitas entender la base, y eso es justo lo que el curso te enseña paso a paso, con claridad y seguridad.

Yo misma pensé que hacer jabón era demasiado complicado o peligroso. Pero cuando seguí una guía clara, me di cuenta de que no lo era. Lo importante es tener respeto por el proceso, buenas instrucciones y tomar las medidas de seguridad. Todo eso lo encontré en este curso que hoy puedo recomendar con toda confianza.


Hacer tu propio jabón también te permite evitar ingredientes a los que puedes ser alérgico. Por ejemplo, en mi caso, tenía sensibilidad a ciertos perfumes artificiales. Desde que uso jabones hechos por mí, mi piel está más calmada, sin picazón ni irritación.


El primer paso es empezar. No necesitas hacerlo perfecto. Lo que necesitas es una receta probada, una guía confiable y ganas de aprender. Por eso te invito a que tomes el mismo curso que me ayudó a transformar una simple curiosidad en algo que disfruto todos los días:

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