Cómo Hacer Jabones Naturales para Combatir el Acné
Cuando empecé a hacer jabones naturales en casa, uno de mis objetivos principales fue crear una solución efectiva para el acné. Yo misma sufría de brotes frecuentes y tenía la piel sensible, así que decidí investigar y probar fórmulas que no solo limpiaran, sino que también ayudaran a sanar sin irritar.
Hoy quiero compartirte lo que he aprendido —lo que me ha funcionado— y cómo puedes hacer tú también jabones naturales que ayudan a combatir el acné, desde casa y sin necesidad de ser experta.

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Por qué un jabón natural puede ayudar con el acné?
La mayoría de los jabones comerciales tienen sulfatos, fragancias artificiales y alcohol que resecan la piel o alteran su pH. Esto provoca un desequilibrio que, en lugar de mejorar el acné, lo empeora. En cambio, cuando haces jabones naturales, puedes usar ingredientes suaves, antibacterianos y antiinflamatorios, que limpian sin agredir.
Ingredientes ideales para jabones antiacné
Después de muchas pruebas y errores, descubrí que estos ingredientes funcionan de maravilla:
- Aceite de árbol de té (Tea Tree): antibacteriano natural que ayuda a secar los granitos sin irritar.
- Carbón activado: ayuda a absorber toxinas y grasa de la piel.
- Arcilla verde: purifica, desintoxica y regula el sebo.
- Aceite de jojoba: muy similar al sebo natural de la piel, no obstruye los poros.
- Aloe vera natural: calma, hidrata y ayuda a regenerar la piel inflamada.
- Miel cruda: tiene propiedades antimicrobianas y cicatrizantes.
Yo misma he usado combinaciones de estos ingredientes en mis jabones, y los resultados fueron increíbles.
Mi receta base para jabón natural antiacné
Aquí te dejo una receta sencilla que uso para piel con acné. Obviamente, es solo una base; puedes ajustarla según tu tipo de piel.
Ingredientes base:
- 250g de aceite de oliva
- 150g de aceite de coco
- 100g de manteca de karité
- 100g de aceite de jojoba
- 30g de aceite de ricino (opcional para espuma)
- 68g de sosa cáustica
- 170g de agua destilada
Ingredientes añadidos (post traza):
- 1 cucharada de carbón activado
- 1 cucharada de arcilla verde
- 20 gotas de aceite esencial de árbol de té
- 1 cucharada de aloe vera natural o miel
Este jabón requiere cura de 4 a 6 semanas, así que ten paciencia. Si nunca has trabajado con sosa cáustica, te recomiendo aprender primero con guía profesional.
Este curso fue el que me enseñó paso a paso todo lo que necesitaba saber, desde la seguridad hasta la formulación correcta de jabones según el tipo de piel:
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Consejos prácticos que me sirvieron
- Usa moldes individuales de silicona para evitar que el carbón o la arcilla manchen moldes grandes.
- Guarda tus jabones en un lugar seco y aireado durante la cura.
- No sobrecargues de aceites esenciales. Menos es más, sobre todo si es para piel delicada.
- Antes de vender, prueba tú misma el jabón por varias semanas. Así podrás hablar con propiedad de los resultados.
¿Se puede vender jabón antiacné?
¡Sí, y tiene mucha demanda! Solo asegúrate de no prometer curaciones milagrosas. En lugar de eso, enfócate en educar al cliente sobre los ingredientes y su efecto en la piel. Cuando yo empecé a compartir mi experiencia personal, las personas conectaron más y comenzaron a pedirme jabones hechos a medida.
Último consejo: no improvises, fórmate bien
Yo creía que hacer jabones era solo mezclar ingredientes y ya. Pero entendí que hay proporciones, seguridad, propiedades y procesos que no se pueden ignorar. Si quieres avanzar en serio, este fue el curso que me ayudó desde cero hasta empezar a vender Curso aquí.
Cuando empecé a vender este tipo de jabones, me di cuenta de que muchas personas buscan alternativas naturales porque ya han probado de todo sin resultados. Eso me motivó a tomarme en serio la formulación. No se trata solo de que huela rico, sino de que realmente funcione.
Uno de los ingredientes que descubrí más adelante fue el aceite de neem. No es muy conocido, pero tiene propiedades antibacterianas y antiinflamatorias increíbles. Hoy lo uso en mis fórmulas más concentradas para casos de acné severo, siempre en pequeñas cantidades.
También aprendí que la temperatura del entorno puede afectar la calidad del jabón final. En días muy calurosos, el proceso se acelera y puede generar una textura granulosa. Ahora, si hago jabones para piel acnéica, lo hago en un lugar fresco y controlado.
Otro truco que me ayudó mucho fue mezclar la arcilla verde con un poco de agua destilada antes de agregarla a la traza. Así evito grumos y se integra mejor en la mezcla. Ese pequeño detalle mejora muchísimo la consistencia final del jabón.
Para lograr mejores resultados, recomiendo usar el jabón dos veces al día: mañana y noche. Yo misma lo hago así. Pero también digo algo importante a mis clientes: el jabón es parte de una rutina, no una solución mágica. Funciona mejor cuando cuidas tu alimentación y tu hidratación.
Una vez una clienta me preguntó si podía usar este jabón en el cuerpo también, y la respuesta es sí. Yo lo uso en la espalda y en el pecho, que son zonas donde también me salen brotes a veces. Es ideal para piel grasa en general, no solo la del rostro.
Un error común que cometí al inicio fue agregar demasiados ingredientes activos en un solo lote. Menos es más. Ahora prefiero usar pocos ingredientes, pero bien elegidos y en proporciones seguras. Así reduzco el riesgo de irritación, especialmente en pieles sensibles.
También noté que la presentación influye mucho en la decisión de compra, incluso con un producto tan funcional como un jabón antiacné. Hoy uso envoltorios ecológicos con etiquetas que explican los ingredientes y beneficios. Eso transmite confianza.
Si decides vender este tipo de jabón, te recomiendo crear contenido educativo en redes sociales. Yo grabo videos cortos explicando los ingredientes y mostrando cómo lo uso. Eso me trajo muchos clientes interesados que valoran lo natural y hecho a mano.
Otra forma de mejorar los resultados es usar agua de avena o infusión de manzanilla en lugar de agua destilada. Son suaves, calmantes y le dan un plus al jabón, sobre todo para pieles con acné inflamado o rosácea leve. Me encantan los resultados que he visto con estas variantes.
Recuerda siempre hacer una prueba de parche antes de aplicar cualquier nuevo jabón en todo el rostro. Yo les doy esa recomendación a todos mis compradores. Un producto natural también puede causar reacción si alguien es alérgico a un componente específico.
Y si todavía estás dudando si lanzarte a hacer jabones, solo te digo esto: a mí me cambió la piel y la vida. Lo que empezó como una necesidad personal terminó convirtiéndose en un emprendimiento rentable. Y todo empezó con este curso: Haz clic aquí para acceder