Paso a Paso para Crear Jabones Veganos en Casa
Cuando decidí hacer mis propios jabones artesanales veganos, no tenía ni idea por dónde empezar. Solo sabía que quería algo natural, sin ingredientes de origen animal y que no afectara al medio ambiente. Lo que encontré fue mucho más que una receta: descubrí una forma de cuidar mi piel con conciencia.
Hoy quiero compartirte el proceso paso a paso que yo misma sigo para hacer jabones veganos en casa, usando ingredientes accesibles y seguros. Y si tú también quieres aprender desde cero, este curso fue el que me enseñó todo lo que hoy practico:
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Qué hace que un jabón sea vegano?
Un jabón es vegano cuando no contiene ingredientes de origen animal como grasa animal (sebo), leche, miel, lanolina o cera de abeja, y tampoco ha sido probado en animales. En mi caso, elegí hacerlo 100% vegetal, usando aceites, mantecas y aditivos naturales.
Paso 1: Reunir ingredientes veganos básicos
Mi receta básica incluye:
- Aceite de oliva: hidrata y suaviza.
- Aceite de coco: limpia profundamente y da dureza.
- Manteca de karité o cacao: nutre la piel y mejora la textura.
- Aceite de ricino: aporta espuma.
- Sosa cáustica (hidróxido de sodio): necesaria para la saponificación (es vegana).
- Agua destilada: o infusión de hierbas para más beneficios.
Todos estos ingredientes son 100% veganos y fáciles de conseguir. Yo los compro en tiendas naturistas o en línea.
Paso 2: Preparar el área de trabajo
Antes de comenzar, siempre me aseguro de tener:
- Guantes y gafas de seguridad
- Recipientes de acero o vidrio resistente
- Batidora de mano
- Moldes de silicona
- Báscula digital
La seguridad es clave al trabajar con sosa cáustica, así que siempre ventilo bien la zona y sigo los pasos con calma.
Paso 3: Hacer la mezcla de agua con sosa
Yo peso el agua y la sosa por separado, y siempre vierto la sosa sobre el agua (nunca al revés). Dejo enfriar esta mezcla unos 30-40 minutos mientras mido y caliento los aceites. Esto es crucial para que la temperatura de ambas mezclas sea similar y evitar problemas en la traza.
Paso 4: Mezclar aceites y agregar la sosa
Cuando ambas mezclas están a unos 35-40 °C, las combino y empiezo a batir con la licuadora de mano. En unos minutos, la mezcla espesa: eso es la “traza”. Aquí agrego aceites esenciales, colorantes naturales y exfoliantes vegetales, todo vegano, claro.
Paso 5: Verter en el molde y dejar reposar
Vierto la mezcla en los moldes, la aliso y dejo reposar durante 24 a 48 horas. A veces uso alcohol en spray sobre la superficie para evitar la ceniza de sosa. Luego desmoldo y dejo que los jabones curen por 4 a 6 semanas en un lugar seco y ventilado.
Mis consejos clave para jabones veganos
- Siempre reviso que los aceites esenciales sean puros y no mezclas con ingredientes animales.
- Uso colorantes naturales como cúrcuma, arcillas, o espirulina.
- Evito fragancias sintéticas o perfumes, que a veces no son veganos.
- No uso leche vegetal en estos jabones, ya que puede alterar la estabilidad si no se hace bien. Prefiero agua o infusiones.
Si te gustaría hacer jabones veganos con guía profesional, este curso fue el que me llevó de no saber nada a crear mi propia línea artesanal:
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Y si quiero vender mis jabones veganos?
La buena noticia es que hay mucho mercado para jabones veganos. Muchas personas buscan productos sostenibles, sin crueldad animal, y están dispuestas a pagar más si el jabón refleja esos valores. Yo empecé vendiendo a conocidos, y hoy tengo clientas fieles que adoran esta línea.
Si estás buscando una forma de cuidar tu piel, crear algo natural y tal vez incluso empezar un negocio desde casa, te animo a intentarlo. Hacer jabones veganos no es difícil si tienes una buena base. Y ese fue mi punto de partida: un curso claro, accesible y en español Aquí lo puedes ver
Una de las cosas que más me sorprendió al empezar fue descubrir cuántos ingredientes comunes no son veganos. Por ejemplo, muchas personas usan leche de cabra o miel en sus jabones sin saber que eso ya los saca de la categoría vegana. Desde que entendí eso, me volví muy cuidadosa con cada ingrediente.
Cuando compartí mis primeros jabones veganos con amigos, recibí comentarios muy positivos. No solo por lo suaves que eran, sino porque la idea de un producto natural y libre de crueldad conectó emocionalmente con ellos. Ahí entendí que este tipo de jabonería tiene un valor agregado real.
Una ventaja de los jabones veganos es que son perfectos para personas con piel sensible o condiciones como dermatitis. Yo misma tengo la piel reactiva, y desde que uso mis propias fórmulas, se acabaron los brotes. Esto se lo cuento a mis clientas porque es parte de mi testimonio.
Otro punto clave es la etiquetación clara. Si planeas vender tus jabones veganos, debes asegurarte de que el empaque comunique bien que son veganos, artesanales, y hechos a mano. Yo uso etiquetas kraft con sello personalizado. Sencillo, pero efectivo.
Yo también uso jabones veganos para uso familiar. A mis hijos les encantan los que hago con avena coloidal y aceite de almendra. Son suaves, hacen buena espuma y no tienen ingredientes cuestionables como los jabones comerciales.
Si estás en redes sociales, hablar de tus valores veganos te puede abrir muchas puertas. A mí me ayudó a conectar con otros emprendedores y con personas que buscan productos responsables. Por eso, cada vez que publico, resalto que son hechos a mano, veganos y sin químicos agresivos.
Una gran lección que aprendí es que no necesitas ser química para hacer buenos jabones. Solo necesitas entender los principios básicos, seguir buenas prácticas, y tener un guía claro. Por eso, recomiendo tanto el curso que yo misma tomé míralo aquí
En mis primeros intentos cometí errores simples como mezclar los aceites a diferentes temperaturas o no esperar lo suficiente al curado. Pero todo eso se puede evitar si tienes una guía clara. Hoy mis jabones duran más, no sudan y mantienen su aroma por semanas.
Una receta que me encanta es la de jabón vegano con arcilla verde y aceite de árbol de té. Es ideal para piel grasa. Yo lo uso después de entrenar y me ayuda a mantener mi piel limpia y sin exceso de grasa, sin necesidad de usar productos agresivos.
Con el tiempo, aprendí que la experiencia sensorial también vende. Los colores, aromas y texturas suaves hacen que tus jabones destaquen. Usar ingredientes naturales y veganos no significa renunciar a lo estético. Todo lo contrario: tus jabones pueden ser arte en barra.
Y si crees que necesitas mucho dinero para empezar, déjame decirte que no. Yo comencé con menos de lo que cuesta una ida al supermercado. Con pocos ingredientes y una guía como esta Curso aquí, puedes empezar sin experiencia previa y sin complicaciones.
Hoy miro atrás y me alegra no haber esperado más. Hacer jabones veganos no solo me dio un nuevo ingreso, sino una pasión nueva. Poder crear algo útil, hermoso y ético me llena cada día. Y si yo pude empezar desde cero, tú también puedes.