Cómo Hacer Jabones Naturales en Casa Paso a Paso (Para Principiantes)

Cómo Hacer Jabones Naturales en Casa Paso a Paso (Para Principiantes)
Cómo Hacer Jabones Naturales en Casa Paso a Paso (Para Principiantes)

Cómo Hacer Jabones Naturales en Casa Paso a Paso (Para Principiantes)

Si estás buscando una forma de cuidar tu piel con ingredientes naturales, ahorrar dinero, y tal vez iniciar un pequeño emprendimiento desde casa, déjame contarte cómo yo aprendí a hacer jabones naturales artesanales desde cero.

No tenía experiencia previa, ni mucho menos conocimientos en química. Solo sabía que quería dejar de usar jabones comerciales llenos de químicos y aromas artificiales. Lo que empezó como una simple curiosidad, terminó siendo una de las mejores decisiones que he tomado, tanto para mi piel como para mi bienestar general.

Y si tú también estás empezando, aquí te comparto el paso a paso exacto que seguí para crear mi primer jabón natural desde casa, sin complicaciones ni gastos innecesarios.

Por qué hacer jabones naturales en casa?

Antes de entrar en el paso a paso, quiero decirte por qué decidí hacerlo yo misma.

Primero, quería eliminar productos químicos innecesarios de mi rutina de cuidado personal. Segundo, me di cuenta de que podía personalizar los ingredientes según mi tipo de piel. Y tercero, noté que muchas personas están dispuestas a pagar más por productos naturales hechos a mano.

Hoy no solo uso mis propios jabones, sino que vendo algunos por encargo. Todo empezó con una sola receta, y una buena guía.

Este es el curso que me enseñó paso a paso cómo hacerlo


Paso 1: Lo que necesitas para empezar

No necesitas un laboratorio ni herramientas costosas. Yo comencé en mi cocina con lo básico.

Materiales:

  • Balanza digital
  • Recipientes de vidrio o acero
  • Espátula o cuchara de madera
  • Termómetro de cocina
  • Batidora de mano
  • Moldes de silicona (aunque puedes usar cajas recicladas)
  • Guantes, gafas y mascarilla para protección

Ingredientes básicos:

  • Aceite de oliva
  • Aceite de coco
  • Agua destilada
  • Sosa cáustica (hidróxido de sodio)
  • Aceite esencial (opcional)
  • Avena, miel o arcillas (para agregar propiedades)

Al principio me asustaba usar sosa, pero aprendí que si la manipulas con cuidado, es totalmente segura. Solo necesitas seguir el orden correcto y protegerte bien.


Paso 2: Preparar la solución de sosa

Aquí viene una parte clave. Siempre, siempre añade la sosa al agua y no al revés. Yo cometí este error una vez y aprendí por las malas.

  • En un recipiente resistente, vierte el agua destilada.
  • Luego, lentamente, añade la sosa mientras mezclas con una cuchara de madera.
  • Se calentará rápidamente y desprenderá vapor. Déjala enfriar a unos 40 °C antes de usarla.

Paso 3: Calienta los aceites

En otro recipiente, derrite el aceite de coco (si está sólido) y mézclalo con el aceite de oliva. Usa un termómetro para esperar que también baje a unos 40 °C.

Lo ideal es que la mezcla de aceites y la solución de sosa estén a temperatura similar antes de unirlas.


Paso 4: Mezclar hasta alcanzar la traza

Este fue uno de los momentos más emocionantes para mí: cuando los ingredientes comienzan a transformarse en jabón.

  • Vierte la solución de sosa sobre los aceites.
  • Usa la batidora de mano y mezcla hasta que tenga la consistencia de pudín espeso.
    Esto se llama “traza”. Puede tardar entre 2 y 5 minutos.

Aquí es cuando puedes añadir aceite esencial, avena, miel o colorantes naturales si quieres.


Paso 5: Verter en el molde y dejar reposar

Vierte la mezcla en el molde con cuidado. Golpea ligeramente el molde contra la mesa para eliminar burbujas.

Cubre con una toalla y deja reposar entre 24 y 48 horas en un lugar fresco y seco.


Paso 6: Desmoldar y curar

Después de desmoldar, debes dejar que el jabón cure durante 4 a 6 semanas.
Este tiempo permite que se evapore el exceso de agua, el pH se estabilice y el jabón se endurezca.

Yo al principio quería usarlo enseguida, pero aprendí que la paciencia vale la pena. Después del curado, el jabón es más suave, más duradero y mucho más seguro para la piel.


Y si te da miedo hacerlo sola?

A mí también me pasó. Por eso tomé un curso en línea que me explicó todo con claridad, desde cero. Me mostró no solo cómo hacer el jabón, sino cómo corregir errores, cómo usar ingredientes naturales correctamente, y cómo empezar a vender si algún día quería monetizarlo.

Puedes ver el curso completo aquí

Gracias a ese curso, evité errores costosos y gané seguridad.


Conclusión: Tu primer jabón natural está más cerca de lo que crees

Hacer jabón artesanal en casa paso a paso no es difícil, solo necesitas la guía adecuada, los ingredientes correctos y el deseo de aprender.

Yo lo hice sin experiencia, desde mi cocina, y hoy me siento orgullosa de lo que puedo crear con mis propias manos.

Si estás lista para empezar, o si simplemente quieres aprender algo nuevo que puede transformar tu piel y tu rutina… este es el mejor momento.

Haz clic aquí para acceder al curso que me enseñó todo

Una de las cosas que más me sorprendió al empezar con la jabonería artesanal fue lo terapéutico que puede ser el proceso. Desde medir los ingredientes con calma hasta ver cómo la mezcla se transforma lentamente en jabón, se convirtió en una especie de meditación para mí. Nunca imaginé que esta práctica me ayudaría a reducir el estrés.


También noté una gran diferencia en mi piel. Después de usar mis primeros jabones naturales, me di cuenta de que ya no necesitaba cremas hidratantes tan seguido. Al evitar químicos agresivos y usar aceites puros, mi piel empezó a verse más luminosa y menos irritada. Es algo que no me pasaba con los jabones comerciales.


Otra ventaja fue el ahorro a largo plazo. Aunque al inicio compré algunos materiales, pronto descubrí que podía hacer varios lotes con la misma inversión. Hoy tengo jabones para uso personal, para regalar y para vender… todo saliendo de la misma receta base que aprendí.


Si estás pensando en vender, te recomiendo empezar con amigos y familiares. Así comencé yo. Al principio regalaba algunas muestras, y después me empezaron a hacer pedidos. Fue entonces cuando supe que esto no era solo un hobby, sino una verdadera oportunidad de generar ingresos desde casa.


Uno de los consejos más valiosos que aprendí en el curso fue cómo adaptar los jabones a cada tipo de piel. Ahora sé que una piel seca necesita aceites como el de almendra o aguacate, mientras que una piel grasa se beneficia de ingredientes como arcilla verde o carbón activado. Esto me ayudó a personalizar mis productos y destacar.


Algo que también me ayudó muchísimo fue entender cómo usar ingredientes locales y accesibles. Por ejemplo, aprendí a usar infusiones de manzanilla y avena como base para algunos de mis jabones. Esto no solo reduce costos, sino que me permite ofrecer un producto natural, fresco y hecho con amor.


Muchas personas creen que hacer jabón es complicado o peligroso, pero si algo aprendí con este curso es que la clave está en seguir los pasos correctos con seguridad. Me explicaron cada parte del proceso, desde la mezcla hasta el curado, con una claridad que no encontré en YouTube.


Además, algo que marcó la diferencia fue tener acceso a recetas probadas. En lugar de perder tiempo y dinero improvisando, pude replicar fórmulas que ya estaban equilibradas, sabiendo que el resultado sería un jabón suave, útil y visualmente atractivo.


Otra cosa que me encantó del curso fue la sección de marketing y empaques. Me enseñaron cómo presentar mis jabones como un producto profesional. Aprendí sobre etiquetas, nombres, combinaciones de colores y cómo transmitir una historia detrás de cada barra.


Gracias a todo eso, hoy vendo por Instagram y WhatsApp, y mis clientas valoran que mis jabones son naturales, artesanales y únicos. Si me lo hubieran dicho hace un año, no lo habría creído, pero ahora es parte de mi día a día.


Y no tienes que hacerlo sola. Todo este camino lo recorrí con la ayuda de un curso que todavía hoy consulto. Es mi guía de referencia cada vez que quiero probar algo nuevo, ajustar una receta o resolver una duda.

Aquí puedes acceder al mismo curso que me ayudó a comenzar desde cero


No importa si nunca has hecho jabón antes. Si tienes las ganas, el compromiso y una buena guía, puedes empezar hoy mismo. Tal vez como hobby, tal vez como negocio. Pero sin duda, como una forma de reconectar contigo, con la naturaleza y con lo que realmente necesita tu piel.

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