Qué Diferencia Hay entre Jabones Glicerina y Jabones Artesanales Naturales

Qué Diferencia Hay entre Jabones Glicerina y Jabones Artesanales Naturales
Qué Diferencia Hay entre Jabones Glicerina y Jabones Artesanales Naturales

Qué Diferencia Hay entre Jabones Glicerina y Jabones Artesanales Naturales

Cuando empecé a hacer jabones caseros, una de las dudas más comunes que tenía —y que mucha gente también me preguntaba— era esta: ¿Cuál es la diferencia entre un jabón de glicerina y uno artesanal natural hecho desde cero? Al principio, creí que eran lo mismo. Pero la verdad es que hay diferencias importantes que afectan no solo la apariencia, sino también los beneficios para tu piel… y tu bolsillo si decides venderlos.

Hoy quiero explicarte esas diferencias desde mi experiencia personal, porque si tú también estás pensando en entrar al mundo de la jabonería artesanal, necesitas saber esto antes de elegir qué tipo hacer.

1. El jabón de glicerina ya viene hecho (base fundida)

Cuando compré mi primer kit para hacer jabón de glicerina, me sorprendió lo fácil que fue. Básicamente, la base ya viene lista: solo la derrites, le agregas color, esencia, y la pones en un molde. En unos minutos ya tienes un jabón. Perfecto si eres principiante y quieres experimentar.

Pero lo que no sabía es que, aunque rápido, este tipo de jabón no es completamente natural. La base suele contener ingredientes sintéticos o estabilizadores que ayudan a conservar el jabón, pero que no siempre son los mejores para la piel sensible.


2. El jabón artesanal natural se hace desde cero

Luego descubrí el mundo del jabón natural hecho desde cero (cold process). Aquí tú controlas todo: desde los aceites que usas (como oliva, coco o almendra), hasta la combinación con la sosa cáustica para crear una reacción química llamada saponificación.

Sí, es un poco más complejo al principio. Pero también es más auténtico, más suave y mucho más beneficioso para la piel. Además, puedes adaptarlo 100% a piel seca, grasa, con acné, o incluso hacer jabones terapéuticos con hierbas naturales.


3. ¿Cuál es mejor si quiero vender?

Te lo digo por experiencia: si quieres vender jabones y crear una marca a largo plazo, el jabón artesanal natural te da más posibilidades. No solo puedes diferenciarte del resto, sino que además puedes contar una historia real detrás del producto, lo cual conecta con los clientes.

En mi caso, después de aprender a hacer mis propios jabones desde cero, empecé a vender con identidad de marca, precios justos, y presentaciones que hablaban por sí solas.

Y todo esto lo aprendí gracias a un curso online que me cambió el juego. Si tú también quieres hacerlo profesionalmente haz clic aquí para ver el curso que yo tomé.


4. El jabón de glicerina es ideal para crear figuras y diseños

No todo es blanco o negro. A veces uso la base de glicerina para crear jabones con formas especiales: corazones, rosas, estrellas… Son visualmente llamativos y gustan mucho en ferias o como regalos.

Sin embargo, su duración es menor y su calidad no siempre es la más alta. Por eso combino ambos métodos según el propósito: belleza visual o cuidado profundo de la piel.


5. El jabón natural puede tener propiedades terapéuticas

Una de las cosas que más me gusta del jabón natural es que puedes hacer fórmulas personalizadas. Por ejemplo, yo hice uno con avena, caléndula y aceite de almendras que funcionó perfecto para una amiga con dermatitis.

Ese nivel de personalización no se logra con jabón de glicerina. Es por eso que hoy en día apuesto más por el jabón natural, porque puedo controlar ingredientes, pH, aroma y beneficios.


Conclusión

La diferencia entre ambos no es solo el proceso, sino la calidad, la intención y el propósito. Si vas a hacer jabones solo como hobby rápido o para regalar, la glicerina puede funcionarte. Pero si quieres emprender, cuidar mejor tu piel o entender a fondo este arte, el camino del jabón artesanal natural te ofrece mucho más.

Y si tú quieres aprenderlo paso a paso, desde la comodidad de tu casa y sin cometer los errores que yo cometí al principio haz clic aquí y mira el curso que me ayudó a transformar mi pasatiempo en un pequeño negocio rentable.

Una de las cosas que me hizo dar el paso definitivo hacia los jabones naturales fue descubrir lo que realmente absorbía mi piel. Al leer etiquetas de bases de glicerina comerciales, me di cuenta de que muchos incluían propilenglicol, detergentes y conservantes que no entendía. Pensé: ¿realmente quiero poner esto en mi piel todos los días? Ahí fue cuando decidí hacerlo por mi cuenta, desde cero.

Otro punto importante que descubrí es que los jabones artesanales tienen glicerina natural como resultado de la saponificación. Eso significa que no necesito añadirla de forma externa. Es un hidratante natural increíble, y al hacer mis jabones desde cero, me aseguro de que conserve esa propiedad.

En cambio, los jabones de glicerina que se compran como base ya vienen modificados y pueden haber perdido buena parte de su glicerina natural. Por eso noté que los jabones artesanales que hice yo misma dejaban mi piel más hidratada, sin tirantez.

Además, cuando haces jabones naturales tú misma, puedes elegir aceites que se ajusten a las estaciones del año. Por ejemplo, en invierno suelo usar más manteca de karité y aceite de ricino porque protegen la piel del frío. Esto no lo podría hacer con una base genérica.

Con el tiempo también entendí que el jabón natural es más versátil para crear recetas terapéuticas. Desde mezclas relajantes con lavanda, hasta jabones con café o arcilla para exfoliar, puedes experimentar sin límites. Todo esto lo aprendí siguiendo un paso a paso muy bien explicado haz clic aquí para acceder al mismo curso que yo tomé.

Si tu intención es crear una marca que refleje cuidado, calidad y autenticidad, los jabones hechos desde cero te dan una ventaja clara. Hoy en día el consumidor valora los productos artesanales, libres de químicos y con ingredientes reconocibles.

Otra cosa que debes saber es que los jabones naturales requieren curado, pero ese tiempo extra ayuda a mejorar su calidad. Yo lo veo como dejar reposar un buen vino: al final, el resultado es mucho más suave, firme y duradero.

Los jabones de glicerina, por otro lado, son rápidos de producir, pero no ofrecen ese proceso de maduración que le da valor artesanal al producto. Incluso en términos de negocio, el jabón curado bien hecho tiene más margen de ganancia, porque puedes posicionarlo como premium.

También descubrí que los clientes notan la diferencia. Cuando empecé a vender ambos tipos, los jabones naturales se agotaban más rápido. La gente decía que les duraban más, que no resecaban la piel, y que amaban el aroma suave de los aceites esenciales.

Y hablando de aromas, esa es otra diferencia: los aceites esenciales en jabones artesanales duran más y no huelen artificial. Yo solía tener dolor de cabeza con jabones perfumados comerciales, pero con mis mezclas naturales no me pasa.

Si estás empezando y te sientes abrumada con tantos términos (cold process, curado, trazas…), no te preocupes. Yo también estuve ahí. Por eso te recomiendo que no pierdas tiempo experimentando sin guía. Haz clic aquí y mira el curso que me ayudó a entenderlo todo paso a paso.

Créeme, aprender a hacer jabones naturales desde casa no solo cambió mi piel, también me dio una fuente de ingreso estable, una comunidad de clientes fieles y una enorme satisfacción personal.

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