Mi Experiencia con el Curso de Jabonería Artesanal Online
Cuando decidí aprender a hacer jabones artesanales, estaba completamente perdida. No sabía por dónde empezar, qué materiales comprar, ni mucho menos cómo combinarlos. Había visto videos sueltos en YouTube, pero nada era claro ni ordenado.
Hasta que encontré un curso online que literalmente me cambió la vida.
Hoy quiero contarte mi experiencia personal con este curso de jabonería artesanal, lo que aprendí, lo que más me gustó, y si realmente vale la pena invertir en él (spoiler: sí). Si tú también estás buscando emprender desde casa o simplemente hacer productos naturales para ti y tu familia, este review te va a servir mucho.
Haz clic aquí para ver el curso oficial que tomé y que hoy recomiendo con los ojos cerrados

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Por qué buscaba un curso y no tutoriales sueltos
Al principio pensé que podía aprender todo gratis en internet. Pero la verdad es que los tutoriales que encontraba eran contradictorios, incompletos o sin ningún orden. Algunos usaban ingredientes difíciles de conseguir o directamente peligrosos.
Quería algo profesional, pero fácil de seguir, que me explicara todo paso a paso, sin suponer que yo ya sabía algo.
Lo que encontré dentro del curso
Cuando entré al curso, me sorprendió la calidad de los videos. Todo está bien explicado, con recetas detalladas, teoría básica y consejos prácticos. Aprendí desde lo más esencial (como qué es la sosa cáustica y cómo manejarla con seguridad) hasta técnicas avanzadas para personalizar, colorear y perfumar los jabones.
Además, incluyen una sección para hacer jabones para diferentes tipos de piel, algo que me encantó porque pude adaptar las recetas a mi familia y mis clientes.
Mis primeros jabones… ¡y mis primeros errores!
Como todo en la vida, los primeros jabones no salieron perfectos. Pero gracias al curso, pude identificar qué hice mal y cómo corregirlo. Aprendí a ser paciente con el proceso y a documentar cada receta para ir mejorando.
El curso también me dio confianza. Sentí que tenía una guía clara y segura. Sin eso, probablemente hubiera abandonado.
Cómo pasé de hacer jabones para mí… a venderlos
Una de las partes más valiosas del curso es la sección sobre cómo emprender. Te explican cómo presentar los productos, cómo calcular precios, ideas de empaques y cómo promocionarlos. Yo seguí esos pasos y hoy vendo mis jabones desde casa.
Puedes acceder aquí al mismo curso que me ayudó a iniciar mi pequeño negocio artesanal
Lo que más me gustó del curso
- Es apto para principiantes. No necesitas experiencia ni equipo caro.
- Todo el contenido es en español claro y sin tecnicismos.
- Las recetas están probadas y funcionan.
- Puedes avanzar a tu ritmo, sin presión.
- Tiene una sección extra para crear tu marca y vender tus productos.
¿Vale la pena invertir en este curso?
Totalmente. Yo recuperé la inversión en menos de un mes vendiendo mis primeros kits. Pero incluso si solo quieres hacer jabones para ti o para regalar, este curso te ahorra tiempo, errores y te da seguridad.
Y lo mejor: tienes acceso de por vida. Puedes repasar las clases las veces que quieras, lo cual me ha salvado más de una vez cuando necesitaba recordar algún paso.
Mi consejo si estás dudando
Si sientes ese deseo de aprender algo nuevo, de conectar con lo natural o de emprender, este curso es el primer paso ideal. No necesitas ser experta, solo tener ganas.
Yo empecé desde cero y hoy hago jabones que no solo cuidan la piel, también me ayudan a generar ingresos desde casa. Y todo empezó con un clic.
Haz clic aquí para acceder al curso de jabones artesanales que cambió mi vida
Algo que me sorprendió fue que, al poco tiempo de empezar, ya podía hacer jabones personalizados según el tipo de piel. Antes pensaba que eso solo lo hacían expertos. Pero con las explicaciones claras del curso, entendí qué ingredientes hidratan, cuáles limpian en profundidad, y cuáles calman irritaciones.
También aprendí cómo elegir el molde correcto, algo que parece sencillo pero afecta mucho el resultado final. En el curso explican los distintos materiales (silicona, madera, plástico) y cómo cada uno influye en la textura y presentación del jabón.
Uno de mis módulos favoritos fue el que enseña a usar hierbas, aceites esenciales y colorantes naturales. Aprendí a hacer jabones con pétalos de caléndula, lavanda y hasta infusiones de manzanilla. Todo natural, seguro y hermoso.
Una de las mejores decisiones fue seguir el paso a paso sin saltarme nada. Muchas veces queremos correr, pero al hacer eso me di cuenta de que me estaba perdiendo detalles importantes. Cada lección del curso tiene su propósito, y cuando lo sigues tal cual, los resultados son evidentes.
Recuerdo que uno de mis primeros jabones fue de avena y miel. Lo hice para probar una receta sencilla, y fue tan bien recibido por mi familia que decidí ofrecerlo a mis amigas. En menos de una semana ya tenía mis primeros pedidos.
El curso también me enseñó a presentar mis jabones de forma atractiva. Aprendí a empacarlos, etiquetarlos, y escribir descripciones que conectan. Esto fue clave cuando empecé a vender en redes sociales. Sin esa presentación, no habría llamado la atención.
Otro detalle que me ayudó mucho fue entender cómo calcular precios justos y sostenibles. Antes regalaba casi mis productos, pero gracias al curso aprendí a valorar mi tiempo, mis ingredientes y mi esfuerzo. Ahora vendo con confianza y sin culpa.
Lo que más me motivó fue ver historias de otras personas que también empezaron desde cero. El curso tiene una comunidad donde puedes compartir tus avances, hacer preguntas y ver cómo otros van creciendo. Eso me inspiró mucho a seguir adelante.
Una parte que muchos no mencionan es la tranquilidad que te da tener acceso a una guía profesional. Saber que si algo sale mal, puedes volver a revisar la lección, o repasar una técnica, me dio mucha más seguridad para experimentar por mi cuenta.
Y no todo es hacer jabones: también aprendí a organizar mi espacio de trabajo en casa, mantener todo limpio, seguro y funcional. Ahora tengo un pequeño rincón en mi cocina que se convirtió en mi lugar de creación y calma.
Hoy puedo decir con orgullo que hago productos artesanales de verdad, con calidad, intención y valor. Mis clientes lo notan. Y aunque todavía me queda mucho por aprender, el curso fue el impulso que necesitaba para dejar de postergarlo y empezar.
Si tú también quieres hacer jabones naturales desde casa, este curso te lo pone fácil
Por último, te digo esto con sinceridad: no esperes el momento perfecto. Yo esperé meses por miedo a “no saber” o “no tener tiempo”. Pero cuando empecé, me di cuenta de que solo necesitaba dar ese primer paso. Lo demás vino solo, con práctica y con guía.