Qué Herramientas Necesitas para Hacer Jabón Artesanal en Casa
Cuando empecé a hacer mis primeros jabones artesanales, tenía muchas ganas… pero poca idea de lo que realmente necesitaba. Me abrumaba ver tantas herramientas, moldes, aceites y accesorios en videos y tutoriales. Pensaba que necesitaba una cocina especial o herramientas caras. Pero no. Empezar en casa es mucho más sencillo de lo que crees.
Hoy quiero contarte desde mi experiencia qué herramientas básicas necesitas para hacer jabones artesanales, sin gastar una fortuna y sin complicarte la vida. Si yo pude iniciar con lo mínimo, tú también puedes.

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Qué Herramientas Necesitas para Hacer Jabón Artesanal en Casa
Cuando empecé a hacer mis primeros jabones artesanales, tenía muchas ganas… pero poca idea de lo que realmente necesitaba. Me abrumaba ver tantas herramientas, moldes, aceites y accesorios en videos y tutoriales. Pensaba que necesitaba una cocina especial o herramientas caras. Pero no. Empezar en casa es mucho más sencillo de lo que crees.
Hoy quiero contarte desde mi experiencia qué herramientas básicas necesitas para hacer jabones artesanales, sin gastar una fortuna y sin complicarte la vida. Si yo pude iniciar con lo mínimo, tú también puedes.
Mi primera lección: no necesitas comprarlo todo de golpe
Cuando empecé, caí en la trampa de querer comprar de todo. Moldes de silicona, batidoras, termómetros, fragancias, colorantes… Pero la verdad es que puedes comenzar con una lista muy básica, e ir creciendo a medida que ganas experiencia.
1. Una báscula digital de cocina
La jabonería artesanal requiere precisión. No puedes hacer jabones “al ojo”, porque los porcentajes de aceites y sosa deben estar exactos. Mi primera inversión fue una báscula digital sencilla, y sigue siendo una de mis herramientas favoritas.
2. Recipientes resistentes al calor
Yo uso envases de vidrio grueso o acero inoxidable para mezclar la sosa con el agua, y recipientes plásticos duros para los aceites. Es muy importante que los materiales soporten calor y no reaccionen con ingredientes como la sosa cáustica.
3. Termómetro de cocina
No es obligatorio si estás comenzando con recetas de jabón sin sosa, pero cuando trabajas con la técnica de saponificación en frío, un termómetro es clave para controlar la temperatura de la mezcla de sosa y aceites. Yo uso uno digital básico, y me ha durado años.
4. Batidora de mano o espátula
Yo empecé batiendo con una cuchara de madera, pero pronto descubrí que una batidora de inmersión (manual) hace la mezcla mucho más rápida y pareja. Si puedes invertir en una, te facilitará mucho la vida.
5. Moldes para jabón
Al principio usé moldes de cocina que ya tenía (como los de cupcakes), pero luego compré moldes de silicona rectangulares que son ideales para cortar en barras. No necesitas nada caro al inicio. Lo importante es que sean resistentes y fáciles de desmoldar.
6. Espátulas y cucharas de silicona
Son muy útiles para mezclar, vaciar la mezcla en los moldes y aprovechar hasta la última gota. Yo las uso todos los días y son muy fáciles de limpiar. Además, no absorben olores ni residuos.
7. Guantes, gafas y protección básica
Aunque suene extremo, cuando trabajas con sosa necesitas proteger tu piel y tus ojos. Yo uso guantes de cocina gruesos y gafas simples de protección. Es una parte no negociable para tu seguridad.
En el curso que tomé te explican con claridad cómo manipular la sosa de manera segura y sin miedo
8. Papel encerado o cuchilla para cortar
Si usas moldes grandes, necesitarás cortar el jabón en barras una vez que endurezca. Yo uso una cuchilla recta o de pan, y coloco papel encerado en la superficie para evitar que se pegue. No necesitas equipos caros, solo técnica y paciencia.
9. Estante o espacio para el curado
Una vez que haces el jabón, necesita varias semanas para curarse (si es saponificación en frío). Yo lo dejo en una repisa ventilada, lejos de la humedad y el sol. Puedes usar cajas de cartón con agujeros o bandejas simples. El curado es parte clave del proceso.
10. Ingredientes de calidad
Aunque no son herramientas, sí son parte del kit inicial. Yo empecé con aceite de oliva, aceite de coco, sosa cáustica y aceites esenciales básicos como lavanda y menta. No necesitas comprar 20 ingredientes. Empieza simple y ve probando.
¿Vale la pena invertir en un kit completo desde el inicio?
Yo diría que no… a menos que ya sepas que vas en serio. Personalmente, preferí aprender primero bien con una guía profesional antes de hacer una gran inversión. Eso me evitó errores, pérdidas y malos resultados.
Conclusión
No necesitas un taller profesional ni una cocina enorme. Con herramientas simples, amor por lo natural y una buena guía, puedes hacer tus primeros jabones desde casa y, si lo deseas, convertir eso en un emprendimiento rentable como lo hice yo.
Una herramienta que no sabía que necesitaría tanto fue una libreta exclusiva para recetas. Empecé anotando cada fórmula que probaba, los resultados, y los cambios que hacía. Con el tiempo, se volvió mi diario de jabonería, y me ayudó a perfeccionar mis mezclas.
También descubrí que una bandeja o superficie de trabajo dedicada solo a jabonería es clave. No necesitas una mesa nueva, pero sí un espacio limpio, seguro y exclusivo. Yo uso una tabla vieja de cortar cubierta con papel encerado, y me funciona perfecto.
Otro accesorio útil fue una jarra medidora de vidrio o plástico duro. Yo uso una de 1 litro con marcas claras para líquidos. Sirve para medir los aceites y también para verter la mezcla en los moldes sin desorden.
Con el tiempo invertí en una cuchilla ondulada para cortar los jabones con un acabado más atractivo. No es esencial, pero si vas a vender, esos detalles hacen que el producto se vea más artesanal y profesional.
Uno de los errores que cometí al inicio fue usar utensilios de cocina comunes, y después querer usarlos para cocinar. Mala idea. Lo mejor es tener herramientas separadas solo para hacer jabón. Así evitas contaminación y te organizas mejor.
Algo que me encantó añadir a mi kit fue una espátula tipo lengua de silicona extra larga. Me permitió llegar al fondo de los recipientes y aprovechar todo el producto. Cada gramo cuenta, sobre todo cuando estás empezando.
Un consejo práctico: guarda todos tus utensilios en una caja plástica grande con tapa. Yo lo hice así, y me ahorró tiempo cada vez que quería hacer un nuevo lote. Tener todo organizado me motivaba a seguir creando.
Conforme fui creciendo, noté que tener etiquetas adhesivas y frascos pequeños para las esencias y colorantes me ayudó mucho. Antes usaba los botes originales, pero al pasar a envases pequeños era más cómodo y evitaba desperdicios.
Un mini embudo también entró a mi lista de favoritos. Me facilitó verter mezclas o aceites sin derramar. Parecen detalles menores, pero marcan la diferencia en la experiencia de creación.
La seguridad es otra área que no puedes tomar a la ligera. Además de guantes y gafas, yo uso un delantal grueso de cocina para protegerme. Me da tranquilidad saber que estoy cubierta en caso de salpicaduras.
Y por último, algo que me motivó muchísimo fue tener un espacio visual donde colgar mis recetas favoritas, frases motivadoras y fotos de mis jabones terminados. Ese pequeño “altar de inspiración” me recuerda cada día por qué empecé.