Paso a Paso para Crear Jabones Veganos en Casa

Paso a Paso para Crear Jabones Veganos en Casa
Paso a Paso para Crear Jabones Veganos en Casa

Paso a Paso para Crear Jabones Veganos en Casa

Cuando decidí hacer mis propios jabones artesanales veganos, no tenía ni idea por dónde empezar. Solo sabía que quería algo natural, sin ingredientes de origen animal y que no afectara al medio ambiente. Lo que encontré fue mucho más que una receta: descubrí una forma de cuidar mi piel con conciencia.

Hoy quiero compartirte el proceso paso a paso que yo misma sigo para hacer jabones veganos en casa, usando ingredientes accesibles y seguros. Y si tú también quieres aprender desde cero, este curso fue el que me enseñó todo lo que hoy practico:
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Qué hace que un jabón sea vegano?

Un jabón es vegano cuando no contiene ingredientes de origen animal como grasa animal (sebo), leche, miel, lanolina o cera de abeja, y tampoco ha sido probado en animales. En mi caso, elegí hacerlo 100% vegetal, usando aceites, mantecas y aditivos naturales.

Mi amor por los jabones naturales veganos

Cuando empecé a crear mis propios productos, una de las decisiones más importantes fue mantenerme fiel a mis valores. Por eso, los jabones naturales veganos se convirtieron en una parte esencial de mi rutina y de mi marca. Me encanta saber que estoy usando algo libre de crueldad, sin ingredientes de origen animal y 100% respetuoso con la piel y con el planeta.

Yo misma noté la diferencia: mi piel se siente más limpia, sin resecarse, y sobre todo con la tranquilidad de que no hay nada oculto ni químico dañino detrás. Para mí, hacer o usar jabones veganos artesanales no es solo una tendencia, es una forma de vida consciente y amorosa.

Si tú también quieres aprender a crear tus propios jabones naturales y veganos, desde cero y con ingredientes sostenibles, te recomiendo el curso que me ayudó a perfeccionar mis fórmulas — haz clic aquí para verlo


Paso 1: Reunir ingredientes veganos básicos

Mi receta básica incluye:

  • Aceite de oliva: hidrata y suaviza.
  • Aceite de coco: limpia profundamente y da dureza.
  • Manteca de karité o cacao: nutre la piel y mejora la textura.
  • Aceite de ricino: aporta espuma.
  • Sosa cáustica (hidróxido de sodio): necesaria para la saponificación (es vegana).
  • Agua destilada: o infusión de hierbas para más beneficios.

Todos estos ingredientes son 100% veganos y fáciles de conseguir. Yo los compro en tiendas naturistas o en línea.

Cuando empecé a experimentar con mis recetas, una de las primeras cosas que quería aprender era cómo crear un jabón casero vegano que realmente funcionara para pieles sensibles. Yo misma usaba jabones comerciales que me irritaban, así que me propuse hacer algo natural, suave y libre de ingredientes animales. Descubrí que usar aceites vegetales puros marcaba una diferencia enorme en cómo se sentía el jabón en la piel.

A medida que fui mejorando mis fórmulas, me enamoré del proceso de crear jabón artesanal vegano. Todos los días aprendía algo nuevo: cómo equilibrar los aceites, qué tipo de mantecas usar, cómo lograr una espuma cremosa sin ingredientes de origen animal. Yo misma quedé sorprendida de lo bien que podían quedar los jabones cuando uno realmente entiende los porcentajes y la química básica detrás.

Lo bonito de hacer jabón casero vegano es que puedo controlar cada ingrediente. Si quiero un jabón más hidratante, ajusto los aceites. Si lo quiero con una espuma más ligera, hago otros cambios. Y todo esto lo aprendí porque decidí formarme de manera más profesional, no solo copiando recetas al azar. Esa formación es la que me permitió crear productos que hoy la gente compra con confianza.

También noté que hay mucha demanda por jabón artesanal vegano, especialmente entre personas preocupadas por el medio ambiente o que quieren algo más natural para su rutina de cuidado personal. Cuando comencé a vender mis primeros jabones veganos, el feedback fue tan positivo que supe que estaba en el camino correcto. Incluso algunos clientes me dijeron que era la primera vez que un jabón no les irritaba.

Algo importante para mí fue aprender que no basta con decir “vegano”. El proceso debe ser limpio, ordenado y bien hecho. Por eso siempre recomiendo que, si vas a hacer jabón casero vegano o jabón artesanal vegano, aprendas las bases reales de la saponificación y las medidas correctas. Yo no tenía ni idea al principio, pero cuando tomé un curso completo, mi producción cambió por completo.
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Una de las ventajas más grandes de trabajar con recetas veganas es que los ingredientes son fáciles de conseguir y muy versátiles. Aceite de oliva, coco, karité, cacao… todo vegetal. Esto me permitió crear un estilo de jabón muy mío, muy natural y muy en línea con lo que mis clientes buscaban.

Yo, por ejemplo, uso mucho manteca de karité cuando hago jabón artesanal vegano, porque deja la piel suave sin necesidad de ingredientes animales. Y lo mejor es que el producto termina siendo más sostenible y más atractivo para personas que buscan opciones conscientes.

A veces la gente me pregunta si es difícil hacer un jabón casero vegano, y siempre les digo lo mismo: es fácil si sabes cómo hacerlo. Yo también cometí errores, batí de más, medí mal, me quedaron jabones muy duros o muy blandos. Pero todo eso cambió cuando aprendí la técnica adecuada. Por eso sigo compartiendo el mismo curso que a mí me enseñó las bases:
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Hoy en día sigo perfeccionando mis jabones, sigo aprendiendo y sigo ajustando mis fórmulas. Y lo bonito es que cuando un cliente prueba un buen jabón artesanal vegano, siempre vuelve. La calidad es algo que se nota, y eso nace desde el primer paso: aprender bien.


Paso 2: Preparar el área de trabajo

Antes de comenzar, siempre me aseguro de tener:

  • Guantes y gafas de seguridad
  • Recipientes de acero o vidrio resistente
  • Batidora de mano
  • Moldes de silicona
  • Báscula digital

La seguridad es clave al trabajar con sosa cáustica, así que siempre ventilo bien la zona y sigo los pasos con calma.


Paso 3: Hacer la mezcla de agua con sosa

Yo peso el agua y la sosa por separado, y siempre vierto la sosa sobre el agua (nunca al revés). Dejo enfriar esta mezcla unos 30-40 minutos mientras mido y caliento los aceites. Esto es crucial para que la temperatura de ambas mezclas sea similar y evitar problemas en la traza.


Paso 4: Mezclar aceites y agregar la sosa

Cuando ambas mezclas están a unos 35-40 °C, las combino y empiezo a batir con la licuadora de mano. En unos minutos, la mezcla espesa: eso es la “traza”. Aquí agrego aceites esenciales, colorantes naturales y exfoliantes vegetales, todo vegano, claro.


Paso 5: Verter en el molde y dejar reposar

Vierto la mezcla en los moldes, la aliso y dejo reposar durante 24 a 48 horas. A veces uso alcohol en spray sobre la superficie para evitar la ceniza de sosa. Luego desmoldo y dejo que los jabones curen por 4 a 6 semanas en un lugar seco y ventilado.


Mis consejos clave para jabones veganos

  • Siempre reviso que los aceites esenciales sean puros y no mezclas con ingredientes animales.
  • Uso colorantes naturales como cúrcuma, arcillas, o espirulina.
  • Evito fragancias sintéticas o perfumes, que a veces no son veganos.
  • No uso leche vegetal en estos jabones, ya que puede alterar la estabilidad si no se hace bien. Prefiero agua o infusiones.

Si te gustaría hacer jabones veganos con guía profesional, este curso fue el que me llevó de no saber nada a crear mi propia línea artesanal:
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Y si quiero vender mis jabones veganos?

La buena noticia es que hay mucho mercado para jabones veganos. Muchas personas buscan productos sostenibles, sin crueldad animal, y están dispuestas a pagar más si el jabón refleja esos valores. Yo empecé vendiendo a conocidos, y hoy tengo clientas fieles que adoran esta línea.


Si estás buscando una forma de cuidar tu piel, crear algo natural y tal vez incluso empezar un negocio desde casa, te animo a intentarlo. Hacer jabones veganos no es difícil si tienes una buena base. Y ese fue mi punto de partida: un curso claro, accesible y en español Aquí lo puedes ver

Una de las cosas que más me sorprendió al empezar fue descubrir cuántos ingredientes comunes no son veganos. Por ejemplo, muchas personas usan leche de cabra o miel en sus jabones sin saber que eso ya los saca de la categoría vegana. Desde que entendí eso, me volví muy cuidadosa con cada ingrediente.


Cuando compartí mis primeros jabones veganos con amigos, recibí comentarios muy positivos. No solo por lo suaves que eran, sino porque la idea de un producto natural y libre de crueldad conectó emocionalmente con ellos. Ahí entendí que este tipo de jabonería tiene un valor agregado real.


Una ventaja de los jabones veganos es que son perfectos para personas con piel sensible o condiciones como dermatitis. Yo misma tengo la piel reactiva, y desde que uso mis propias fórmulas, se acabaron los brotes. Esto se lo cuento a mis clientas porque es parte de mi testimonio.


Otro punto clave es la etiquetación clara. Si planeas vender tus jabones veganos, debes asegurarte de que el empaque comunique bien que son veganos, artesanales, y hechos a mano. Yo uso etiquetas kraft con sello personalizado. Sencillo, pero efectivo.


Yo también uso jabones veganos para uso familiar. A mis hijos les encantan los que hago con avena coloidal y aceite de almendra. Son suaves, hacen buena espuma y no tienen ingredientes cuestionables como los jabones comerciales.


Si estás en redes sociales, hablar de tus valores veganos te puede abrir muchas puertas. A mí me ayudó a conectar con otros emprendedores y con personas que buscan productos responsables. Por eso, cada vez que publico, resalto que son hechos a mano, veganos y sin químicos agresivos.

Una gran lección que aprendí es que no necesitas ser química para hacer buenos jabones. Solo necesitas entender los principios básicos, seguir buenas prácticas, y tener un guía claro. Por eso, recomiendo tanto el curso que yo misma tomé míralo aquí


En mis primeros intentos cometí errores simples como mezclar los aceites a diferentes temperaturas o no esperar lo suficiente al curado. Pero todo eso se puede evitar si tienes una guía clara. Hoy mis jabones duran más, no sudan y mantienen su aroma por semanas.

Una receta que me encanta es la de jabón vegano con arcilla verde y aceite de árbol de té. Es ideal para piel grasa. Yo lo uso después de entrenar y me ayuda a mantener mi piel limpia y sin exceso de grasa, sin necesidad de usar productos agresivos.


Con el tiempo, aprendí que la experiencia sensorial también vende. Los colores, aromas y texturas suaves hacen que tus jabones destaquen. Usar ingredientes naturales y veganos no significa renunciar a lo estético. Todo lo contrario: tus jabones pueden ser arte en barra.


Y si crees que necesitas mucho dinero para empezar, déjame decirte que no. Yo comencé con menos de lo que cuesta una ida al supermercado. Con pocos ingredientes y una guía como esta Curso aquí, puedes empezar sin experiencia previa y sin complicaciones.


Hoy miro atrás y me alegra no haber esperado más. Hacer jabones veganos no solo me dio un nuevo ingreso, sino una pasión nueva. Poder crear algo útil, hermoso y ético me llena cada día. Y si yo pude empezar desde cero, tú también puedes.

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