Cómo Establecer Precios Justos para tus Jabones Hechos a Mano

Cómo Establecer Precios Justos para tus Jabones Hechos a Mano
Cómo Establecer Precios Justos para tus Jabones Hechos a Mano

Cómo Establecer Precios Justos para tus Jabones Hechos a Mano

Cuando empecé a vender mis primeros jabones artesanales, una de las cosas más difíciles fue ponerles precio. No quería que parecieran caros, pero tampoco quería regalar mi tiempo ni mis ingredientes. Fue un proceso de ensayo y error, hasta que entendí que establecer precios justos no es solo una cuestión de dinero, sino de valor.

Hoy quiero compartir lo que he aprendido, para que tú también puedas vender tus jabones sin culpa, sin dudas, y con claridad.

1. Calcula tus costos reales (sin saltarte nada)

Uno de mis errores al principio fue subestimar los pequeños gastos. Solo pensaba en el aceite y la sosa cáustica. Pero luego entendí que también debía contar el agua destilada, los colorantes, el empaque, la etiqueta, la electricidad y hasta el tiempo que pasaba limpiando después de hacer cada lote.

Haz una hoja con todo. Literal, todo. Aunque parezca mínimo. Eso te dará el costo real de cada unidad.


2. Valora tu tiempo y habilidad

Durante mucho tiempo, no me pagaba a mí misma. Y eso es un gran error. Si pasas dos horas haciendo jabones, eso tiene un valor. No estás haciendo un pasatiempo, estás construyendo un negocio. Establece un valor por hora y súmalo al precio de cada lote.


3. Estudia el mercado, pero no te compares ciegamente

Una vez fui a una feria donde vi jabones a $2 y otros a $10. Al principio pensé: “¿Quién va a comprar los caros?”… pero luego vi que los de $10 eran los que más vendían. Tenían mejor presentación, historia detrás, y la gente los valoraba más.

No pongas precios solo por “lo que todos hacen”. Evalúa tu propuesta de valor.


4. Usa esta fórmula base para comenzar

Una fórmula que me ayudó al principio fue:

Costo de materiales x 3 = Precio de venta final

¿Por qué por tres? Porque uno cubre el costo, otro tus gastos ocultos (empaque, energía, tiempo) y el tercero es tu ganancia. No es exacto para todos los casos, pero te da una base.


5. No tengas miedo de subir precios

Una vez subí el precio de un jabón en $1 y, para mi sorpresa, vendí más. A veces, el precio bajo genera desconfianza. Cuando reflejas calidad, ingredientes naturales y propósito, la gente entiende que vale lo que cuesta.


6. Crea valor, no solo producto

Lo que aprendí después de tomar este curso completo fue que vender no es solo hacer jabón. Es crear una marca con propósito, una historia, un diseño cuidado. Todo eso justifica el precio, y lo aprendí paso a paso gracias a esta formación haz clic aquí para ver el curso que tomé.


7. Ofrece opciones y combos

A veces la gente no compra porque no sabe qué elegir. Yo empecé a ofrecer packs: jabón + esponja, 3 jabones por $X, kits para regalo… y mis ingresos subieron sin aumentar mis costos. Eso lo descubrí también con la guía del curso míralo aquí si te interesa vender mejor.


8. Sé clara con tu cliente

Pon siempre los precios en tus publicaciones. Nadie quiere preguntar. Y no te disculpes por el precio. Cuando sabes lo que vales y lo que ofreces, el cliente adecuado te va a valorar sin pedir descuentos.


Conclusión

Poner precios justos no es cuestión de suerte, es cuestión de estrategia. No vendas por debajo de tu valor. Invertiste tiempo, cariño y buenos ingredientes. Si quieres aprender a vender con seguridad, crear tu catálogo, y convertir tu pasión en ingreso, te recomiendo el curso que me ayudó a profesionalizar mi proyecto desde casa haz clic aquí para verlo ahora.

Otra cosa que aprendí en el camino fue que no todos tus jabones tienen que costar lo mismo. Si haces uno con ingredientes más caros, como manteca de karité o aceites esenciales raros, eso debe reflejarse en el precio. No tengas miedo de tener una gama de precios. A cada cliente le interesa algo distinto.

Algo clave es comunicar el valor detrás del precio. Si alguien me dice “por qué tan caro”, yo no me ofendo, simplemente explico que uso ingredientes naturales, que cada pieza es hecha a mano, y que cuido cada detalle. A veces, solo hace falta educar al cliente.

En mi caso, el empaque también sumó valor. Cuando cambié de bolsas plásticas a empaques de papel kraft con etiqueta personalizada, el jabón “se veía más caro” y la gente lo pagaba sin dudar. Ese tipo de detalles los aprendí en el curso que me abrió los ojos haz clic aquí si quieres verlo.

También entendí que no se trata de competir con los jabones comerciales de supermercado. Yo vendo experiencia, salud y arte. No compito con un jabón de $1. Yo ofrezco algo diferente. Y cuando lo comunicas así, tu precio tiene sentido.

Una herramienta que me sirvió fue hacer una pequeña hoja de Excel. Ahí ponía el costo por lote, el número de jabones que salían, y luego calculaba el precio sugerido. Parece básico, pero tener los números claros me dio seguridad al vender.

Además, descubrí que cobrar lo justo te permite seguir creciendo. Si vendes muy barato, no podrás reinvertir, mejorar tus fórmulas ni expandirte. Pero cuando cobras con estrategia, puedes sostener tu pasión y convertirla en ingreso real.

Uno de los errores que cometí fue poner precios al azar o “porque me parecía bien”. Luego descubrí que eso no solo me hacía perder dinero, sino que no mostraba profesionalismo. Si tú estás empezando, no repitas ese error. Fórmate bien.

Gracias al curso que tomé, no solo aprendí recetas. Aprendí a vender, a fijar precios, a crear combos, a calcular costos… y eso fue lo que me dio la base sólida para avanzar. Si te interesa hacer lo mismo míralo aquí, fue una de las mejores decisiones que tomé.

A veces, pensamos que poner precios altos alejará a la gente. Pero en mi experiencia, cuando subí los precios (con justificación), mis ventas no bajaron, subieron. Eso me enseñó que lo que ofrezco vale, y que hay personas dispuestas a pagarlo.

También aprendí que dar descuentos estratégicos ayuda. No siempre, pero cuando hago packs de 3 o 5 jabones, bajo un poco el precio por unidad. Eso hace que el cliente sienta que gana más, y yo igual vendo más en total. Es un ganar-ganar.

Otro consejo que me sirvió fue mostrar el proceso en redes sociales. Cuando la gente ve que tú misma haces los jabones, entiende el valor que hay detrás. Y ahí el precio deja de ser una barrera. Incluso me han dicho: “yo te pagaría más”.

Si estás lista para aprender desde cero o para mejorar tu estrategia de venta, te recomiendo de todo corazón el curso que me ayudó a mí. No es solo hacer jabón, es saber venderlo bien. Haz clic aquí para verlo y empieza con seguridad tu camino.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *